Jean-François Lesage
Silla Rocaille, conchas y crustáceos
Varada en el corazón de la casa, cubierta de algas y conchas bordadas, la silla actúa como un recordatorio, una invitación a sentarse y soñar, a abrirse, a imaginar la inmensidad de los paisajes abiertos al océano, la fuerza de un mundo rocoso, sin límites, indómito. Los hilos, las puntadas de bordado esponjosas, a veces casi babosas, las texturas de coral adheridas a la silla, los tubos nacarados ocultos bajo el musgo lanoso, todo ello insinúa una promesa de evasión.