Jesús Rafael SOTO (1923-2005). Vibraciones, 1960. Técnica mixta sobre metal isorel, pintura. Firmado, titulado y fechado en el reverso. 93 × 65 × 20 cm (Restauraciones). A finales de 1957, Soto se enfrentó por primera vez a una madeja enmarañada de alambre encontrado con un fondo estriado y tituló la obra "Primera vibración". El experimento de combinar elementos encontrados con fondos estriados continuó durante cinco años, de 1958 a 1962: "Sentí la necesidad de demostrarme a mí mismo que podía utilizar cualquier elemento en mi obra", dice Soto en sus Conversaciones con Ariel Jiménez. "La idea era utilizar lo más insignificante pero también lo más formalmente sólido -madera vieja, alambre, agujas, malla metálica, tubos-, para inscribirlos en mi obra y llevarlos a un estado de desintegración por pura vibración. Para mí, se trataba de estudiar todas las posibilidades de vibración, incluso las más ínfimas", confió a Daniel Abadie en 1999. Una línea recta crea un movimiento, no una vibración. Si la línea es irregular, permite dividir al máximo el efecto de la vibración. Todas estas líneas retorcidas, pero también cada una de ellas por separado, tienen una capacidad particular para expresar la vibración. Me fascinaba la idea de todas estas posibilidades. Al transmitirlos a través de elementos muy irregulares, el resultado era pluralista y, en lugar de ser repetitivo, se convertía en una fuente casi infinita de partículas vibratorias", Jean-Paul Ameline "Jésus Rafael Soto dans les collections du Centre Pompidou, Musée national d'art moderne, 27 de febrero al 20 de mayo de 2013". Se entregará al comprador un certificado del Comité de Soto.