Jacob JORDAENS (1593 – 1678)

Cristo bajando de la cruz, hacia 1650 Lápiz negro, tiza roja y toques de aguada de acuarela Línea del marco exterior en tiza roja y composición estrecha indicada en lápiz negro 35,2 x 26,2 cm Pegado en su totalidad en un viejo montaje. Anotado en el reverso del montaje con tiza roja: "60//" Obras relacionadas: - El cuadro del mismo tema de la antigua colección del duque de Malborough, pintado hacia 1650, actualmente en la Kunsthalle de Hamburgo (véase R.-A. d'Hulst, "Jacob Jordaens (1593-1678), Tableaux et tapisseries", Amberes, 1993, nº A79, repr. p.245. - Un dibujo casi cuadrado en preparación para el cuadro de Hamburgo, sin variantes, en la National Gallery de Irlanda (R.-A. d'Hulst, "Jordaens drawings", ed. Phaidon, Londres-Nueva York, 1974, vol. III, nº A278, repr. vol. IV, fig. 294). - Dos cuadros de Jordaens y su taller con variantes, conservados en el Museo del Prado de Madrid y en la Rubenshuis de Amberes. El dibujo preparatorio de esta composición con variantes se encuentra en una colección privada de Londres (véase d'Hulst, op. cit. supra, nº A279, fig. 295) - Varias versiones de una composición diferente (Iglesia del Beguinaje de Amberes, Hermitage de San Petersburgo, Museo de Bellas Artes de Gante), de la que se conserva el dibujo preparatorio en el Institut Néerlandais de París (véase d'Hulst, obra citada anteriormente, nº A274, fig.290). Procedencia: En el catálogo de la venta de Pierre Crozat (10 de abril de 1741) compilado por Mariette, hay dos lotes de dibujos coloreados, entre ellos el 857, descrito así: "Doce, ídem (dibujos), entre los cuales hay todavía varios Dibujos coloreados, y entre otros un Descendimiento de la Cruz". Es muy posible que el dibujo mencionado corresponda a este dibujo. Nuestro dibujo inédito ha llegado hasta nosotros en un magnífico estado de conservación. La libertad del trazo y las numerosas variaciones de las distintas versiones pintadas y dibujadas nos llevan a pensar que éste es el dibujo maestro de esta serie. De hecho, la composición más cercana, la de Hamburgo, con su ajustado encuadre, está indicada en piedra negra en la ventana de nuestro dibujo. Además, hay cambios significativos en los detalles posicionales de las figuras, en contraste con el dibujo de Dublín (d'Hulst, A274), cuyas figuras están en línea con el cuadro final. En cuanto a la segunda versión, más elevada (cuadro del Prado y de Amberes), nuestro dibujo es muy superior al de Londres (d'Hulst, A279) en su nerviosismo y riqueza cromática. Es extraño que esta composición magistral no haya sido elegida por el artista para un cuadro. Tal vez hubo una discrepancia entre la inspiración del artista, que da rienda suelta al vuelo, y el encuadre específico de un encargo para un lugar determinado. Este dibujo es un testimonio formidable de la evolución del pensamiento de Jordaens a partir de uno de sus dibujos. La maestría de la composición se hace eco de la observación de Mariette, que anotaba en el catálogo de la venta de Crozat: "Como entendió muy bien la parte de la Composición, los dibujos de este hábil pintor tienen un tipo de mérito que los hace ser buscados por los curiosos.