"Gilbert CESBRON (París 1913-1979), escritor de inspiración católica. Manuscrito firmado de 2 hojas y media en 4, en tinta negra, con su letra muy legible, en las típicas hojas de cuaderno amarillas, rayadas y marcadas, con tachaduras y añadidos. Cesbron lamenta en este manuscrito la importancia que se da a los coches, especialmente a los americanos, y la imagen que reflejan de sus propietarios. Comienza así: "Me parece que ya es hora de decir que los coches americanos son cada año más ridículos; y que una civilización en la que el valor de una persona se mide por el espacio que ocupa su coche en el aparcamiento no sólo es perecedera sino que está podrida. Es la Civilización del Tronco. (...) se trata de aparentar algo que no se es, gracias al tamaño del coche. Un tipo pequeño que conduce un Cadillac se imagina rápidamente que es el imponente... le exime de tener que demostrar su valía". Y termina con: "estos coches, cada uno de los cuales es más grande que el taller de Louis Renault y cuesta más que el laboratorio de Edouard Branly..., ¡vamos! está en la lógica de los tiempos que amplíen el imperio de su maletero trasero un poco más cada año..." Gilbert Cesbron".