Null ROBERT KEMM (Salisbury, Inglaterra, 1837 - Londres, 1895).
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Descripción

ROBERT KEMM (Salisbury, Inglaterra, 1837 - Londres, 1895). "Un alto en el camino, con Granada al fondo". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior izquierda. Tamaño: 101 x 127 cm; 146 x 172 cm (marco). Hijo del tallista y dorador William Kemm, su interés por la pintura debió de despertar muy pronto, ya que con tan sólo catorce años está registrado en el censo como artista. Durante sus primeros años, Kemm realizó dos series de 256 acuarelas de iglesias de Wiltshire. Siguiendo a sus contemporáneos J. Phillip, J. Bagnold Burgess y E. Long, Kemm realizó un viaje a España entre 1955 y 1955. Long, realizó un viaje a España entre 1861 y 1864, visitando sobre todo Sevilla y Granada. En los años anteriores a su primera exposición, Kemm se dedicó principalmente al retrato. Su primera exposición en la Royal Society of British Artists tuvo lugar en 1874. En esta primera exposición, Kemm ya mostró todos los elementos típicos de su estilo, con obras de temática española. Cabe destacar la presentación de varias obras de Kemm en la exposición "Pintores románticos ingleses en la España del siglo XIX", organizada en Zamora por Caja Duero en 1999, procedentes de una colección privada española. Robert Kemm está representado en el Museo de Bellas Artes de San Francisco, el Museo de Salisbury, la Sociedad Arqueológica de Wiltshire, el Museo de Sunderland y el Museo de Sheffield. Durante el siglo XIX, España e Inglaterra mantuvieron una relación especial. El valioso apoyo de Gran Bretaña al fervor patriótico frente a los invasores franceses hizo que los españoles vieran con simpatía a los británicos. Por su parte, pintores y escritores británicos acudieron a España, que les ofrecía la quintaesencia del idealismo romántico. Tal vez buscando un paisaje más auténtico y natural, viajaron a la península, donde la Revolución Industrial aún no había degradado la faz del paisaje. Los avances en las comunicaciones hicieron de España un destino exótico y a la vez cercano para los jóvenes pintores ingleses que rechazaban la burguesía industrial y la pobreza de espíritu que envolvía a las grandes ciudades, cada vez más grandes. De hecho, tras la Guerra de la Independencia, nuestro país comenzó a adquirir un aura de exotismo y extravagancia que atrajo a un buen número de intelectuales y artistas ingleses. La Andalucía morisca, el bandolero, la Iglesia oscurantista, el torero guapo y la maja, la dama con mantilla, los niños descalzos, el mendigo en harapos, la gitana de Cervantes... Pinturas como la que aquí presentamos nos acercan a la esencia del Romanticismo, a la exaltación del alma como respuesta a una época que colocaba el paño en el altar de la Razón. Para lograr este objetivo, los pintores románticos dejaron de subordinar el color al dibujo, reproduciendo así los motivos pictóricos con mayor fuerza expresiva y mayor naturalismo. La pincelada se volvió más impetuosa, el color más autónomo, el empaste más grueso, etc.

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ROBERT KEMM (Salisbury, Inglaterra, 1837 - Londres, 1895). "Un alto en el camino, con Granada al fondo". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior izquierda. Tamaño: 101 x 127 cm; 146 x 172 cm (marco). Hijo del tallista y dorador William Kemm, su interés por la pintura debió de despertar muy pronto, ya que con tan sólo catorce años está registrado en el censo como artista. Durante sus primeros años, Kemm realizó dos series de 256 acuarelas de iglesias de Wiltshire. Siguiendo a sus contemporáneos J. Phillip, J. Bagnold Burgess y E. Long, Kemm realizó un viaje a España entre 1955 y 1955. Long, realizó un viaje a España entre 1861 y 1864, visitando sobre todo Sevilla y Granada. En los años anteriores a su primera exposición, Kemm se dedicó principalmente al retrato. Su primera exposición en la Royal Society of British Artists tuvo lugar en 1874. En esta primera exposición, Kemm ya mostró todos los elementos típicos de su estilo, con obras de temática española. Cabe destacar la presentación de varias obras de Kemm en la exposición "Pintores románticos ingleses en la España del siglo XIX", organizada en Zamora por Caja Duero en 1999, procedentes de una colección privada española. Robert Kemm está representado en el Museo de Bellas Artes de San Francisco, el Museo de Salisbury, la Sociedad Arqueológica de Wiltshire, el Museo de Sunderland y el Museo de Sheffield. Durante el siglo XIX, España e Inglaterra mantuvieron una relación especial. El valioso apoyo de Gran Bretaña al fervor patriótico frente a los invasores franceses hizo que los españoles vieran con simpatía a los británicos. Por su parte, pintores y escritores británicos acudieron a España, que les ofrecía la quintaesencia del idealismo romántico. Tal vez buscando un paisaje más auténtico y natural, viajaron a la península, donde la Revolución Industrial aún no había degradado la faz del paisaje. Los avances en las comunicaciones hicieron de España un destino exótico y a la vez cercano para los jóvenes pintores ingleses que rechazaban la burguesía industrial y la pobreza de espíritu que envolvía a las grandes ciudades, cada vez más grandes. De hecho, tras la Guerra de la Independencia, nuestro país comenzó a adquirir un aura de exotismo y extravagancia que atrajo a un buen número de intelectuales y artistas ingleses. La Andalucía morisca, el bandolero, la Iglesia oscurantista, el torero guapo y la maja, la dama con mantilla, los niños descalzos, el mendigo en harapos, la gitana de Cervantes... Pinturas como la que aquí presentamos nos acercan a la esencia del Romanticismo, a la exaltación del alma como respuesta a una época que colocaba el paño en el altar de la Razón. Para lograr este objetivo, los pintores románticos dejaron de subordinar el color al dibujo, reproduciendo así los motivos pictóricos con mayor fuerza expresiva y mayor naturalismo. La pincelada se volvió más impetuosa, el color más autónomo, el empaste más grueso, etc.

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