Null JOAQUÍM MIR TRINXET (Barcelona, 1873 - 1940).
"Paisaje de Olot".
Óleo sobre…
Descripción

JOAQUÍM MIR TRINXET (Barcelona, 1873 - 1940). "Paisaje de Olot". Óleo sobre lienzo. Firmado en el ángulo inferior derecho. Publicado en "Joaquim Mir itinerari vital". Fundació La Caixa, 1998, n.cat.10, p. 80. Pertenece al conjunto de obras que Mir realizó en los alrededores de Olot antes de finales de siglo. Procedencia: - Colección Rocamora. Este coleccionista era amigo de Mir y adquirió el cuadro directamente del pintor. - Colección privada, Barcelona. Medidas: 64 x 112 cm; 90 x 138 cm (marco). Una joven campesina con un niño en brazos parece esperar la llegada de su marido. Dos gansos miran en la misma dirección que la muchacha, fuera del cuadro, subrayando la idea de la espera. Pero el verdadero protagonista es el paisaje, que se despliega en una rica gama de texturas: desde los fondos de acuarela que esponjan las montañas azules del horizonte lejano, hasta los primeros términos, mucho más matéricos, resueltos con pequeños toques impresionistas que conforman un suculento festín otoñal. Este paisaje es testigo de la singular maestría compositiva y luminosa del artista. Joaquín Mir estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Jordi de Barcelona y en el estudio del pintor Luis Graner. Su estilo también está influenciado por la Escuela de Olot, ciudad de origen de su padre. En 1893 formó la "Colla del Safrà" junto a artistas como Isidro Nonell, Ricard Canals y Ramón Pichot, y en los últimos años del siglo se vinculó al entorno artístico de "Els Quatre Gats". Completó su formación en 1895, cuando pasó una temporada en Madrid copiando obras de Velázquez. Durante estos años participó en las Exposiciones de Bellas Artes de Barcelona de 1894, 1896 y 1898. Ganador de una segunda medalla en la Exposición de Madrid de 1899, ese mismo año se trasladó a la capital con el objetivo de solicitar una beca en Roma. Al no tener éxito, se fue con Santiago Rusiñol a Mallorca, un viaje que iba a ser un punto de inflexión definitivo en su carrera. Mir quedó deslumbrado por el paisaje mallorquín, especialmente el de Sa Calobra, que fue para él una fuente inagotable de inspiración. En 1901 realizó una exposición individual de los frutos de esta primera etapa mallorquina en la Sala Parés de Barcelona, y volvió a ganar una segunda medalla en la Exposición Nacional. Tras un periodo de enfermedad que le obligó a trasladarse a Reus, en 1907 obtuvo la primera medalla en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Barcelona. Ya consolidado como figura destacada en la escena catalana, obtuvo el reconocimiento nacional definitivo en 1917, cuando se le concedió el Premio Nacional de Bellas Artes. Cuatro años después se casó y se instaló definitivamente en Vilanova i la Geltrú. Los éxitos se suceden, y en 1929 gana la primera medalla en la Exposición Internacional de Barcelona. Al año siguiente ganó la medalla de honor de la Exposición Nacional de Madrid, premio que perseguía desde 1922. Aunque fue principalmente un pintor nativo, realizó exposiciones individuales y colectivas en Washington, París, Pittsburgh, Nueva York, Filadelfia, Amsterdam, Buenos Aires y Venecia. Mir está considerado hoy en día como el máximo representante de la pintura paisajística postimpresionista española. Su obra se encuentra en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía de Madrid, entre otros muchos.

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JOAQUÍM MIR TRINXET (Barcelona, 1873 - 1940). "Paisaje de Olot". Óleo sobre lienzo. Firmado en el ángulo inferior derecho. Publicado en "Joaquim Mir itinerari vital". Fundació La Caixa, 1998, n.cat.10, p. 80. Pertenece al conjunto de obras que Mir realizó en los alrededores de Olot antes de finales de siglo. Procedencia: - Colección Rocamora. Este coleccionista era amigo de Mir y adquirió el cuadro directamente del pintor. - Colección privada, Barcelona. Medidas: 64 x 112 cm; 90 x 138 cm (marco). Una joven campesina con un niño en brazos parece esperar la llegada de su marido. Dos gansos miran en la misma dirección que la muchacha, fuera del cuadro, subrayando la idea de la espera. Pero el verdadero protagonista es el paisaje, que se despliega en una rica gama de texturas: desde los fondos de acuarela que esponjan las montañas azules del horizonte lejano, hasta los primeros términos, mucho más matéricos, resueltos con pequeños toques impresionistas que conforman un suculento festín otoñal. Este paisaje es testigo de la singular maestría compositiva y luminosa del artista. Joaquín Mir estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Jordi de Barcelona y en el estudio del pintor Luis Graner. Su estilo también está influenciado por la Escuela de Olot, ciudad de origen de su padre. En 1893 formó la "Colla del Safrà" junto a artistas como Isidro Nonell, Ricard Canals y Ramón Pichot, y en los últimos años del siglo se vinculó al entorno artístico de "Els Quatre Gats". Completó su formación en 1895, cuando pasó una temporada en Madrid copiando obras de Velázquez. Durante estos años participó en las Exposiciones de Bellas Artes de Barcelona de 1894, 1896 y 1898. Ganador de una segunda medalla en la Exposición de Madrid de 1899, ese mismo año se trasladó a la capital con el objetivo de solicitar una beca en Roma. Al no tener éxito, se fue con Santiago Rusiñol a Mallorca, un viaje que iba a ser un punto de inflexión definitivo en su carrera. Mir quedó deslumbrado por el paisaje mallorquín, especialmente el de Sa Calobra, que fue para él una fuente inagotable de inspiración. En 1901 realizó una exposición individual de los frutos de esta primera etapa mallorquina en la Sala Parés de Barcelona, y volvió a ganar una segunda medalla en la Exposición Nacional. Tras un periodo de enfermedad que le obligó a trasladarse a Reus, en 1907 obtuvo la primera medalla en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Barcelona. Ya consolidado como figura destacada en la escena catalana, obtuvo el reconocimiento nacional definitivo en 1917, cuando se le concedió el Premio Nacional de Bellas Artes. Cuatro años después se casó y se instaló definitivamente en Vilanova i la Geltrú. Los éxitos se suceden, y en 1929 gana la primera medalla en la Exposición Internacional de Barcelona. Al año siguiente ganó la medalla de honor de la Exposición Nacional de Madrid, premio que perseguía desde 1922. Aunque fue principalmente un pintor nativo, realizó exposiciones individuales y colectivas en Washington, París, Pittsburgh, Nueva York, Filadelfia, Amsterdam, Buenos Aires y Venecia. Mir está considerado hoy en día como el máximo representante de la pintura paisajística postimpresionista española. Su obra se encuentra en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía de Madrid, entre otros muchos.

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