Null ELISEO MEIFRÈN ROIG (Barcelona, 1857 - 1940).
"Casa de Montesquiu".
Óleo so…
Descripción

ELISEO MEIFRÈN ROIG (Barcelona, 1857 - 1940). "Casa de Montesquiu". Óleo sobre tabla. Procedencia: colección de la viuda de Meifrén. Obra publicada en "Eliseo Meifrén. Ensayo Biográfico y Crítico", Bernardino de Pantorba. Editorial Delta, 1942. Medidas: 54 x 65 cm; 84 x 93 cm (marco). En este cuadro, una masía catalana, parcialmente camuflada por la vegetación, ocupa gran parte del marco. Con gran destreza técnica, Meifrèn utiliza aquí un lenguaje impresionista, aunque a través de su genio deriva una expresión particular. Una pincelada impresionista, pero releída a través de su genio. Una pátina intemporal convive con la captación instantánea. Así, las formas se difuminan y se convierten en pura mancha expresiva; la luz, trabajada y pensada, adquiere un renovado protagonismo, y la naturaleza adquiere una nueva dimensión atmosférica, que va más allá de la simple reproducción de la realidad. A través de su género favorito, el paisaje, el pintor supo captar el carácter eterno de la naturaleza frente a una época de constantes cambios políticos y sociales. En esta obra el maestro refleja la madurez de su estilo, con un paisaje de tratamiento puramente cromático y luminoso, que deja de lado la descripción minuciosa del modelo real, una imagen puramente plástica, en la que la pincelada suelta, empastada y precisa configura formas y espacios a partir de la yuxtaposición de colores. Discípulo de Antonio Caba en la Escuela de La Lonja de Barcelona, tras finalizar sus estudios pasó una temporada en París, donde coincidió con el inicio público del impresionismo y conoció la pintura "à plen air". Regresó a Barcelona en 1879 y ese mismo año ganó la medalla de oro en la Exposición Regional de Valencia. Al año siguiente debutó individualmente en la Sala Parés de Barcelona, donde siguió exponiendo regularmente a partir de entonces. Formó parte del grupo modernista y frecuentó Els Quatre Gats. Aunque también fue retratista, Meifrèn fue eminentemente un pintor de paisajes y marinas. Fue uno de los descubridores de las posibilidades pictóricas de Cadaqués, y también solía pintar paisajes mallorquines (fue director de la Escuela de Bellas Artes de Palma). Realizó varios viajes en busca de nuevos paisajes, especialmente a Francia, pero también a Canarias, Bélgica, Italia y Estados Unidos. Expuso en Barcelona, Madrid (1881), Chicago (1893), París (1899), Bruselas (1910), Santiago de Chile (1910), Buenos Aires (1910), Amsterdam (1912) y San Francisco (1915), entre otras muchas ciudades del mundo. Su estilo se inició en el realismo detallista que dominaba la escuela catalana de finales del siglo XIX y fue evolucionando hacia el impresionismo, lenguaje que no se manifestaría plenamente en su obra hasta sus últimos años. A lo largo de su carrera obtuvo numerosos premios, entre ellos las primeras medallas de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid (1906) y Barcelona (1896), el premio Nonell de Barcelona (1935), la medalla de bronce de la Exposición Universal de París (1888) y los grandes premios de las Exposiciones Internacionales de Buenos Aires (1910) y San Diego (1916). En 1952, el Ayuntamiento de Barcelona le dedicó una exposición retrospectiva, celebrada en el Palacio de la Virreina. Está representado en el Museo del Prado, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y el Thyssen-Bornemisza, entre otros muchos.

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ELISEO MEIFRÈN ROIG (Barcelona, 1857 - 1940). "Casa de Montesquiu". Óleo sobre tabla. Procedencia: colección de la viuda de Meifrén. Obra publicada en "Eliseo Meifrén. Ensayo Biográfico y Crítico", Bernardino de Pantorba. Editorial Delta, 1942. Medidas: 54 x 65 cm; 84 x 93 cm (marco). En este cuadro, una masía catalana, parcialmente camuflada por la vegetación, ocupa gran parte del marco. Con gran destreza técnica, Meifrèn utiliza aquí un lenguaje impresionista, aunque a través de su genio deriva una expresión particular. Una pincelada impresionista, pero releída a través de su genio. Una pátina intemporal convive con la captación instantánea. Así, las formas se difuminan y se convierten en pura mancha expresiva; la luz, trabajada y pensada, adquiere un renovado protagonismo, y la naturaleza adquiere una nueva dimensión atmosférica, que va más allá de la simple reproducción de la realidad. A través de su género favorito, el paisaje, el pintor supo captar el carácter eterno de la naturaleza frente a una época de constantes cambios políticos y sociales. En esta obra el maestro refleja la madurez de su estilo, con un paisaje de tratamiento puramente cromático y luminoso, que deja de lado la descripción minuciosa del modelo real, una imagen puramente plástica, en la que la pincelada suelta, empastada y precisa configura formas y espacios a partir de la yuxtaposición de colores. Discípulo de Antonio Caba en la Escuela de La Lonja de Barcelona, tras finalizar sus estudios pasó una temporada en París, donde coincidió con el inicio público del impresionismo y conoció la pintura "à plen air". Regresó a Barcelona en 1879 y ese mismo año ganó la medalla de oro en la Exposición Regional de Valencia. Al año siguiente debutó individualmente en la Sala Parés de Barcelona, donde siguió exponiendo regularmente a partir de entonces. Formó parte del grupo modernista y frecuentó Els Quatre Gats. Aunque también fue retratista, Meifrèn fue eminentemente un pintor de paisajes y marinas. Fue uno de los descubridores de las posibilidades pictóricas de Cadaqués, y también solía pintar paisajes mallorquines (fue director de la Escuela de Bellas Artes de Palma). Realizó varios viajes en busca de nuevos paisajes, especialmente a Francia, pero también a Canarias, Bélgica, Italia y Estados Unidos. Expuso en Barcelona, Madrid (1881), Chicago (1893), París (1899), Bruselas (1910), Santiago de Chile (1910), Buenos Aires (1910), Amsterdam (1912) y San Francisco (1915), entre otras muchas ciudades del mundo. Su estilo se inició en el realismo detallista que dominaba la escuela catalana de finales del siglo XIX y fue evolucionando hacia el impresionismo, lenguaje que no se manifestaría plenamente en su obra hasta sus últimos años. A lo largo de su carrera obtuvo numerosos premios, entre ellos las primeras medallas de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid (1906) y Barcelona (1896), el premio Nonell de Barcelona (1935), la medalla de bronce de la Exposición Universal de París (1888) y los grandes premios de las Exposiciones Internacionales de Buenos Aires (1910) y San Diego (1916). En 1952, el Ayuntamiento de Barcelona le dedicó una exposición retrospectiva, celebrada en el Palacio de la Virreina. Está representado en el Museo del Prado, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y el Thyssen-Bornemisza, entre otros muchos.

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