FEDERICO BERMÚDEZ GIL (Málaga, 1865-1957). "Tajo de Miraflores (Torremolinos)". Óleo sobre lienzo. Firmado en la esquina inferior izquierda. Marco original. Esta obra participó en la exposición organizada por la Academia de San Telmo durante los Juegos de Invierno de 1947 en Málaga, en homenaje a los pintores malagueños del siglo XIX. Medidas: 76 x 101 cm; 94 x 118 cm (marco). Federico Bermúdez Gil fue un pintor malagueño especialmente recordado por su luminosa paleta y la calidad de sus temas rurales, en los que inmortalizó el paisaje andaluz: sus arroyos y aldeas, su costa y sus manantiales. En el presente cuadro, el núcleo urbano de Torremolinos era todavía un pequeño pueblo de pescadores. Podemos distinguirlo en la distancia a través de este singular encuadre tomado desde cierta altura, de modo que el terreno rocoso queda en primer plano. Es un encuadre atrevido y sugerente que busca un contraste expresivo entre las rotundas rocas esculpidas por el viento y la línea apacible del horizonte marino. Bermúdez Gil fue uno de los paisajistas más destacados de Málaga, obteniendo una mención de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1892, una medalla de plata en la Exposición Regional de 1893 y una tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1897. Fue profesor y director de la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Málaga, miembro de la Real Academia de San Fernando y San Telmo, hijo predilecto de la ciudad de Málaga, Caballero de la Real Orden de Alfonso X el Sabio, medalla de oro del Vaticano y medalla de oro de Valencia.