GUILLERMO GÓMEZ GIL (Málaga, 1862 - Cádiz, 1942). "Encuentro fugaz". Óleo sobre lienzo. Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho. Marco de época. Restauración. Medidas: 158 x 59 cm; 188 x 89 cm (marco). En esta escena galante, un hombre se acerca a una joven envuelta en una mantilla y tocada con un pañuelo. Por el rostro sonriente de la muchacha, podemos ver que no rechaza el halago. Por el fragmento del pueblo que se muestra, con sus calles estrechas y empedradas, podemos adivinar su belleza rústica. Gómez Gil comenzó su formación en Málaga, donde su primer maestro fue Emilio Ocón y Rivas, y posteriormente continuó sus estudios como alumno de Federico Ferrándiz y Antonio Muñoz Degrain. Se especializa en la pintura de paisajes, especialmente marinos, prestando especial atención a los efectos lumínicos. En 1892 presentó seis cuadros de paisaje a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, tres de ellos del puerto de Málaga y dos titulados "Una borrasca" y "Efecto de sol". Ganó una tercera medalla con temas marinos en la Exposición Nacional de 1897 con un óleo titulado "Efecto de luna". En 1901 ganó una segunda medalla con una obra del mismo título, y repitió el premio en 1906 con "Marina" y "Playas de Málaga". En 1910 se convierte en profesor de la Escuela de Artes e Industrias de Sevilla, residiendo durante largas temporadas en Cádiz. Pintor de técnica depurada y gran sensibilidad, dejó para la posteridad numerosas marinas que son modélicas en su género, destacando especialmente en la representación del reflejo del sol y la luna en la superficie del mar. Guillermo Gómez Gil está representado en el Museo del Prado, la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, el Museo del Patrimonio Municipal de Málaga, el Museo de Bellas Artes de Sevilla, la Diputación Provincial de Zamora y el Museo de San Telmo de San Sebastián.