LUIS GRANER ARRUFÍ (Barcelona, 1863 - 1929). "Marina nocturna. Puerto de Barcelona". Óleo sobre lienzo. Firmado en el ángulo inferior derecho. Marco de madera tallada y dorada. Medidas: 57 x 97 cm; 89 x 128 cm (marco). La luz fue la gran protagonista de la obra de Lluís Graner, tanto en sus cuadros de interior, donde un quinqué suele iluminar los rostros congregados en la penumbra del hogar, como en paisajes costeros como el que nos ocupa, donde una luz lunar reverbera sutilmente sobre el mar nocturno de Barcelona. Los barcos del puerto se siluetean con sus altos mástiles sobre un azul añil bañado en plata. La silueta de la ciudad también se perfila a contraluz, de modo que su negrura contrasta con la superficie ondulante del agua. Luis Graner se formó en la Escuela de La Lonja de Barcelona, donde fue alumno de Benito Mercadé y Antonio Caba, y en 1886 se trasladó a París gracias a una beca de la Diputación de Barcelona. Durante sus cinco años en la capital francesa obtuvo dos terceros puestos en las Exposiciones Universales de Barcelona (1888) y París (1889). A su regreso a Barcelona en 1891, siguió participando en importantes exposiciones internacionales, como las de Berlín (1891), Múnich (1892) y Düsseldorf (1904). También presentó obras a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, obteniendo terceras medallas en 1895 y 1897, segundas en 1901 y una condecoración en 1904. Ese mismo año Graner creó la Sala Mercè, diseñada por Gaudí, donde organizaba sus "visiones musicales", espectáculos que combinaban la poesía con la música, la escenografía con el cine. Colaboraron con él en esta etapa Adrià Gual como director de los espectáculos y Segundo de Chomón, así como conocidos poetas (Verdaguer, Carner), músicos (Morera, Lambert) y escenógrafos contemporáneos (Moragas, Alarma). Al mismo tiempo, Graner organizó las primeras películas habladas, utilizando la técnica de colocar a los actores detrás de la pantalla para que prestaran sus voces. Finalmente, arruinado, se trasladó a América, donde se dedicó de nuevo a la pintura. Realizó varios viajes por Estados Unidos y Latinoamérica, pasando la mayor parte del tiempo entre Nueva York, donde realizó su primera exposición individual en 1891, y California. En 1927 regresó a Barcelona poco antes de su muerte. Sus cuadros, de corte realista, representan la vida cotidiana de la gente humilde, aunque también pintó paisajes y retratos. En sus escenas de interior mostró una profunda influencia de Latour, aprendida en sus años parisinos, que le llevó a centrarse en la expresividad de la luz artificial. Especializado en la pintura de género, también realizó paisajes y retratos. Su obra se encuentra en el Museo del Prado, el MACBA de Barcelona, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, la Hispanic Society de Nueva York y el Museo Balaguer de Vilanova i la Geltrú, entre otros, así como en importantes colecciones privadas catalanas.