JULIO GONZÁLEZ PELLICER (Barcelona, 1876 - Arcueil, Francia, 1942). "Sin título", Le Villars, Saone et Loire, 1922. Acuarela y carboncillo sobre papel. Firmada y fechada en la zona inferior derecha, situada en el reverso. Medidas: 20 x 15 cm; 37 x 31 cm (marco). Julio González nació en el seno de una familia de orfebres, aprendiendo el oficio desde niño. Más tarde estudió Bellas Artes en La Lonja de Barcelona. En 1900 marchó con su familia a París, donde frecuentó los círculos artísticos y estuvo en contacto con Picasso, Gargallo y Brancusi, entre otros. Hacia 1910 comenzó a trabajar en máscaras de metal repujado con un estilo marcado por rasgos naturalistas y simbolistas y por una nueva concepción de la figura humana, con volúmenes y líneas sintetizadas. En estos años González comienza a participar en los salones parisinos, concretamente en el Salón de Otoño, el Salón de los Independientes y el Salón de la Sociedad Nacional de Bellas Artes. En 1920 abrió su propia fragua y dos años más tarde debutó a título individual en la galería Povolovsky de París. A finales de la década de 1920 comenzó a desarrollar sus primeras esculturas en hierro forjado, un material que hasta entonces se consideraba meramente decorativo. En la década de 1930 su obra se vuelve más abstracta y aparecen las primeras construcciones espaciales. Tras una larga lista de participaciones en exposiciones individuales y colectivas como la de Arte Español en el Museo del Jeu de Paume (1936) y el Pabellón Español en la Exposición Universal de París (1937), al estallar la Segunda Guerra Mundial su obra, como consecuencia de la escasez de hierro, se centró en un nuevo material, el yeso, y en dibujos de temática bélica. González está representado en el Centro Georges Pompidou de París, el Reina Sofía de Madrid, el IVAM de Valencia y el MoMA de Nueva York, entre otros muchos.