JUAN PABLO SALINAS TERUEL (Madrid, 1871 - Roma, 1946). Sin título. Gouache sobre papel. Dañado en el marco. Firmado en la esquina inferior izquierda. Tamaño: 18 x 12 cm; 46 x 40 cm (marco). Juan Pablo Salinas comenzó su formación artística en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, aunque su paso por las aulas fue probablemente efímero. Comenzó a darse a conocer en 1885, año en el que participó en la exposición organizada por la Asociación de Escritores y Artistas y en la Exposición Aragonesa, obteniendo en ambas una medalla de tercera clase. Hacia 1886 se traslada a Roma para ampliar sus estudios gracias a una beca concedida por la Diputación Provincial de Zaragoza. Allí asistió al Círculo Internacional de Bellas Artes, así como a las clases nocturnas de la Academia Chigi. También se incorporó a la colonia artística española residente en la ciudad y trabajó junto a su hermano, el pintor Agustín Salinas, que vivía en Roma desde 1883. Ambos hermanos presentaron obras a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid en 1887; Juan Pablo envió "Marco Antonio y Cleopatra", un tema clásico. Como su hermano, su verdadero maestro, Salinas también recreó temas medievales con una notable influencia toscana, con obras como "Romeo y Julieta" y "Escena del Decamerón". Su estilo evolucionó hacia el costumbrismo, con especial atención a las escenas populares españolas e italianas, como "Una boda en Aragón", "Regreso de los vendimiadores" y otras obras. Su carrera estuvo muy ligada a la de su hermano hasta que, en un viaje a París, conoció la obra de Ernest Meissonier, cuya influencia le llevó a centrarse en el género de los casacones, con el que obtuvo un gran éxito en Francia, Italia, Centroeuropa, Rusia y América. Por esta época expuso en los Salones Roger y comenzó sus famosas composiciones de ambiente dieciochesco, en las que representaba a figuras vestidas a la moda de la época en el marco de lujosos interiores, minuciosamente detallados a través de una técnica preciosista que se recrea en la descripción colorista de los ropajes y encajes pero, sobre todo, en el tratamiento magistral de los tonos de la carne femenina, deliberadamente sensual. Durante este periodo, Salinas realizó también varias series para la decoración de grandes salones. Además de estos temas, pintó escenas orientalistas e interiores de iglesias. En la última etapa de su carrera se aprecia una disminución del detalle, un carácter más suelto y menos descriptivo. Juan Pablo Salinas está representado actualmente en el Museo del Prado (su obra está en depósito en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo), en la Colección Bellver de Sevilla y en otras colecciones públicas y privadas.