Null CASIMIRO MARTÍNEZ TARRASSÓ (Barcelona, 1898 - 1980).
"Cala Lluch Alcari", M…
Descripción

CASIMIRO MARTÍNEZ TARRASSÓ (Barcelona, 1898 - 1980). "Cala Lluch Alcari", Mallorca. Óleo sobre lienzo. Firmado en la zona inferior. Firmado y titulado en el reverso. Medidas: 92 x 73 cm; 107 x 90 cm (marco). En este lienzo Tarrassó representa un paisaje construido en profundidad con su personal lenguaje basado en las manchas de color de herencia fauvista. Así, en el primer plano representa un pueblo salpicado de casitas blancas, que guían nuestra mirada hacia un rincón costero de intenso azul turquesa, tras el cual se suceden los planos cromáticos hasta llegar al fondo, encerrado en tonos verdes. El vivo cromatismo es el resultado de un cuidadoso y meditado estudio, basado en la yuxtaposición de tonos principalmente fríos, unos más brillantes y otros más oscuros, para reforzar la construcción tridimensional del espacio. Conocido simplemente como Tarrassó, se formó en la Escuela de La Lonja de Barcelona. Completó sus estudios en París, donde conoció de primera mano las obras fauvistas que sacudían el panorama artístico parisino de la época. Fue sobre todo un brillante pintor de paisajes, con un estilo caracterizado por sus colores violentos, vivos y muy luminosos. Siguió los pasos de los grandes paisajistas catalanes, especialmente de Joaquín Mir, aunque con una personalidad claramente diferenciada debido, en parte, al impacto que el fauvismo tuvo en su pensamiento artístico. Cultivó los bodegones y los paisajes catalanes y mallorquines. Realizó su primera exposición en 1928 en las Galerías Layetanas de Barcelona. A partir de entonces expuso en Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca y Bilbao. En 1935 visitó por primera vez Mallorca, donde a partir de 1940 tuvo un estudio, concretamente en Palma, donde vivió largas temporadas y donde desarrolló la mayor parte de su producción artística. Después de la Guerra Civil, durante los años cuarenta, Tarrassó participó en varias Exposiciones Nacionales de Bellas Artes en 1942, 1943 y 1950, y realizó varias exposiciones personales en Barcelona, en galerías como Augusta, Layetanas, Ars, etc., entre ellas la que realizó de paisajes pirenaicos en 1948, y la de grandes lienzos de paisajes mallorquines que presentó en 1949. Aunque el paisaje fue siempre el centro de su producción, Tarrassó también realizó obras como la decoración mural de la iglesia de Santa María de Badalona. También acometió una singular empresa en Mallorca, instalando su caballete en las Cuevas de Campanet para captar las estalactitas y estalagmitas de sus cavidades pétreas, desarrollando una serie de obras que presentó en las Galerías Costa de Palma en octubre de 1948. A lo largo de su carrera Tarrassó recibió el Premio Pollença del I Certamen Internacional de Pintura en 1962; el Premio Santiago Rusiñol en 1972; y las medallas obtenidas en diversas ediciones de los Salones de Otoño de Palma de Mallorca: primer premio en 1967 y 1973, y medalla de honor en 1970. La obra de Tarrassó se caracteriza por la gran personalidad de su colorido. Su obsesión por el cromatismo determina una pintura profundamente sensorial, vitalista e intuitiva. Está representado en diversas colecciones privadas nacionales e internacionales, así como en el Museo y Fondo Artístico de Porreras (Mallorca) y en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma.

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CASIMIRO MARTÍNEZ TARRASSÓ (Barcelona, 1898 - 1980). "Cala Lluch Alcari", Mallorca. Óleo sobre lienzo. Firmado en la zona inferior. Firmado y titulado en el reverso. Medidas: 92 x 73 cm; 107 x 90 cm (marco). En este lienzo Tarrassó representa un paisaje construido en profundidad con su personal lenguaje basado en las manchas de color de herencia fauvista. Así, en el primer plano representa un pueblo salpicado de casitas blancas, que guían nuestra mirada hacia un rincón costero de intenso azul turquesa, tras el cual se suceden los planos cromáticos hasta llegar al fondo, encerrado en tonos verdes. El vivo cromatismo es el resultado de un cuidadoso y meditado estudio, basado en la yuxtaposición de tonos principalmente fríos, unos más brillantes y otros más oscuros, para reforzar la construcción tridimensional del espacio. Conocido simplemente como Tarrassó, se formó en la Escuela de La Lonja de Barcelona. Completó sus estudios en París, donde conoció de primera mano las obras fauvistas que sacudían el panorama artístico parisino de la época. Fue sobre todo un brillante pintor de paisajes, con un estilo caracterizado por sus colores violentos, vivos y muy luminosos. Siguió los pasos de los grandes paisajistas catalanes, especialmente de Joaquín Mir, aunque con una personalidad claramente diferenciada debido, en parte, al impacto que el fauvismo tuvo en su pensamiento artístico. Cultivó los bodegones y los paisajes catalanes y mallorquines. Realizó su primera exposición en 1928 en las Galerías Layetanas de Barcelona. A partir de entonces expuso en Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca y Bilbao. En 1935 visitó por primera vez Mallorca, donde a partir de 1940 tuvo un estudio, concretamente en Palma, donde vivió largas temporadas y donde desarrolló la mayor parte de su producción artística. Después de la Guerra Civil, durante los años cuarenta, Tarrassó participó en varias Exposiciones Nacionales de Bellas Artes en 1942, 1943 y 1950, y realizó varias exposiciones personales en Barcelona, en galerías como Augusta, Layetanas, Ars, etc., entre ellas la que realizó de paisajes pirenaicos en 1948, y la de grandes lienzos de paisajes mallorquines que presentó en 1949. Aunque el paisaje fue siempre el centro de su producción, Tarrassó también realizó obras como la decoración mural de la iglesia de Santa María de Badalona. También acometió una singular empresa en Mallorca, instalando su caballete en las Cuevas de Campanet para captar las estalactitas y estalagmitas de sus cavidades pétreas, desarrollando una serie de obras que presentó en las Galerías Costa de Palma en octubre de 1948. A lo largo de su carrera Tarrassó recibió el Premio Pollença del I Certamen Internacional de Pintura en 1962; el Premio Santiago Rusiñol en 1972; y las medallas obtenidas en diversas ediciones de los Salones de Otoño de Palma de Mallorca: primer premio en 1967 y 1973, y medalla de honor en 1970. La obra de Tarrassó se caracteriza por la gran personalidad de su colorido. Su obsesión por el cromatismo determina una pintura profundamente sensorial, vitalista e intuitiva. Está representado en diversas colecciones privadas nacionales e internacionales, así como en el Museo y Fondo Artístico de Porreras (Mallorca) y en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma.

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