Null CARTEL PARA EL MERCADO TURCO en marquetería Boulle, la primera parte está d…
Descripción

CARTEL PARA EL MERCADO TURCO en marquetería Boulle, la primera parte está decorada en el frontón con un motivo de bronce de casco, espada, carcaj, estandarte. Los laterales están decorados con caídas de bronce con flores. Se apoya en cuatro patas de león. Movimiento de Jean-Baptiste Dutertre en París. Altura: 56 cm - Anchura: 32 cm Profundidad: 16 cm (Accidentes y piezas faltantes) Cabe señalar que la esfera de este reloj es una esfera turca. Un cierto número de relojes fabricados en París con movimientos de relojeros parisinos tienen esferas con números turcos. Turquía era muy aficionada a la relojería francesa en el siglo XVIII. No era raro que los embajadores franceses "ante la Sublime Gran Puerta" ofrecieran relojes al sultán. Este fue el caso del señor de Ferriol, enviado en embajada en 1700. Cuando presentó sus credenciales al sultán Mustafá II, éste le regaló pistolas, espejos con marcos de madera dorada, un barómetro y un suntuoso reloj de marquetería del taller de André-Charles Boulle. Esta moda continuó durante el periodo de Luis XV, y la Residencia de Münich conserva un reloj de Passemant en bronce dorado y flores de Meissen con una esfera con números turcos realizado para el sultán Mahmud I.

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CARTEL PARA EL MERCADO TURCO en marquetería Boulle, la primera parte está decorada en el frontón con un motivo de bronce de casco, espada, carcaj, estandarte. Los laterales están decorados con caídas de bronce con flores. Se apoya en cuatro patas de león. Movimiento de Jean-Baptiste Dutertre en París. Altura: 56 cm - Anchura: 32 cm Profundidad: 16 cm (Accidentes y piezas faltantes) Cabe señalar que la esfera de este reloj es una esfera turca. Un cierto número de relojes fabricados en París con movimientos de relojeros parisinos tienen esferas con números turcos. Turquía era muy aficionada a la relojería francesa en el siglo XVIII. No era raro que los embajadores franceses "ante la Sublime Gran Puerta" ofrecieran relojes al sultán. Este fue el caso del señor de Ferriol, enviado en embajada en 1700. Cuando presentó sus credenciales al sultán Mustafá II, éste le regaló pistolas, espejos con marcos de madera dorada, un barómetro y un suntuoso reloj de marquetería del taller de André-Charles Boulle. Esta moda continuó durante el periodo de Luis XV, y la Residencia de Münich conserva un reloj de Passemant en bronce dorado y flores de Meissen con una esfera con números turcos realizado para el sultán Mahmud I.

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