CAMILLE HILAIRE (1916-2004)

Menton, 1994 Litografía en color sobre papel, firmada a lápiz abajo a la derecha y justificada E.A. por Epreuve d'Artiste 18/35. Tamaño: 46,5 x 32,5 cm a la vista Entre el postcubismo y la figuración, sus obras con colores vivos son luminosas. Camille Hilaire representa la expresión matizada de la composición. Así, partiendo de estructuras eficaces, mantiene la fuerza a través del color y consigue una admirable y constante sensación de calma, amplitud y grandeza al traducir los motivos y elementos, lo que nunca le impide expresar una ardiente pasión por crear y compartir. Son notables sus desnudos de curvas perfectas, enroscados con encanto y colocados en un entorno en el que su sensual plenitud se impone con una gracia provocativa. En cuanto a los paisajes, Camille Hilaire sabe dictar su estructura sin aparente coacción, depositando en ellos ese verde fresco y picante que a menudo le caracteriza. Así, la naturaleza y los elementos se convierten en un pretexto en el que el artista empuja el color para conseguir el efecto deseado. En cuanto a los tapices, todos sus conocimientos de diseño gráfico y su afán de investigación se funden en obras espléndidas que atraen constantemente la mirada gracias a su éxito técnico puramente armonioso y que representan al artista tan bien como sus litografías, que están asombrosamente logradas.