Null Ushebti para el supervisor de los graneros, Djedkhonsu-iwf-ankh. Antiguo Eg…
Descripción

Ushebti para el supervisor de los graneros, Djedkhonsu-iwf-ankh. Antiguo Egipto, Deir el Bahar, Tercer Periodo Intermedio, Dinastía XXI, 1070 - 945 a.C. Fayyza. Procedencia: Colección privada, Francia, 1970 - 1980. Excavada por Herbert Winlock en Deir el-Bahri. La columna de texto jeroglífico se traduce como: "El Osiris, supervisor de los graneros, Djedkhonsu-iwf-ankh, justificado". Intacto. Medidas: 10,5 cm (ushebti); 13 cm (altura con soporte). Fabricado en loza, este ushebti tiene forma de figura humana de pie, con los rasgos y otros detalles resaltados en negro. Lleva la típica peluca egipcia tripartita sujeta con una cinta, y está envuelta en un sudario que deja los brazos fuera, cruzándolos sobre el pecho y sosteniendo emblemas de poder en las manos. Sobre el vientre y las piernas está escrito en jeroglíficos un texto que se traduciría como "El Osiris, supervisor de los graneros, Djedkhonsu-iwf-ankh, justificado". Los ushebtis, término egipcio que significa 'los que responden', son pequeñas estatuillas que, en el antiguo Egipto, se colocaban en las tumbas como parte del ajuar funerario del difunto, y cuya función era sustituirlo en el trabajo que debía realizar en el Más Allá. Los ushabties colocados en el ajuar funerario constaban de 365 figuras, una por cada día del año. Además, se podían añadir 36 capataces, que comandaban cada una de las cuadrillas compuestas por 10 trabajadores. La mayoría eran de cerámica, madera o piedra, aunque en las tumbas más ricas podían encontrarse talladas en lapislázuli. Los ejemplos más antiguos que se conservan proceden del Reino Medio, aunque hay referencias a ellos en textos de finales del Imperio Antiguo. Después de los escarabajos sagrados, los ushebtis son las piezas más numerosas y posiblemente las más características del arte egipcio que han llegado hasta nuestros días. A lo largo de los tiempos han tenido siempre la misma función en el ámbito religioso, pero mientras que durante el Reino Medio se concebían como una representación de su dueño ante Osiris en las labores de labranza en el reino de las sombras, réplicas del difunto, a partir del Reino Nuevo pasaron a ser vistos como sus sirvientes o esclavos, y se fabricaron en grandes cantidades. La loza es un material cerámico de acabado vítreo muy utilizado en el Antiguo Egipto para realizar pequeñas estatuas, amuletos, etc. porque su gama cromática podía imitar a piedras más caras como el lapislázuli.

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Ushebti para el supervisor de los graneros, Djedkhonsu-iwf-ankh. Antiguo Egipto, Deir el Bahar, Tercer Periodo Intermedio, Dinastía XXI, 1070 - 945 a.C. Fayyza. Procedencia: Colección privada, Francia, 1970 - 1980. Excavada por Herbert Winlock en Deir el-Bahri. La columna de texto jeroglífico se traduce como: "El Osiris, supervisor de los graneros, Djedkhonsu-iwf-ankh, justificado". Intacto. Medidas: 10,5 cm (ushebti); 13 cm (altura con soporte). Fabricado en loza, este ushebti tiene forma de figura humana de pie, con los rasgos y otros detalles resaltados en negro. Lleva la típica peluca egipcia tripartita sujeta con una cinta, y está envuelta en un sudario que deja los brazos fuera, cruzándolos sobre el pecho y sosteniendo emblemas de poder en las manos. Sobre el vientre y las piernas está escrito en jeroglíficos un texto que se traduciría como "El Osiris, supervisor de los graneros, Djedkhonsu-iwf-ankh, justificado". Los ushebtis, término egipcio que significa 'los que responden', son pequeñas estatuillas que, en el antiguo Egipto, se colocaban en las tumbas como parte del ajuar funerario del difunto, y cuya función era sustituirlo en el trabajo que debía realizar en el Más Allá. Los ushabties colocados en el ajuar funerario constaban de 365 figuras, una por cada día del año. Además, se podían añadir 36 capataces, que comandaban cada una de las cuadrillas compuestas por 10 trabajadores. La mayoría eran de cerámica, madera o piedra, aunque en las tumbas más ricas podían encontrarse talladas en lapislázuli. Los ejemplos más antiguos que se conservan proceden del Reino Medio, aunque hay referencias a ellos en textos de finales del Imperio Antiguo. Después de los escarabajos sagrados, los ushebtis son las piezas más numerosas y posiblemente las más características del arte egipcio que han llegado hasta nuestros días. A lo largo de los tiempos han tenido siempre la misma función en el ámbito religioso, pero mientras que durante el Reino Medio se concebían como una representación de su dueño ante Osiris en las labores de labranza en el reino de las sombras, réplicas del difunto, a partir del Reino Nuevo pasaron a ser vistos como sus sirvientes o esclavos, y se fabricaron en grandes cantidades. La loza es un material cerámico de acabado vítreo muy utilizado en el Antiguo Egipto para realizar pequeñas estatuas, amuletos, etc. porque su gama cromática podía imitar a piedras más caras como el lapislázuli.

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