Retablo. Renacimiento. Italia, primera mitad del siglo XVI. "Natividad". Madera tallada, policromada y dorada. Reverso policromado. Buen estado de conservación, salvo dos grietas frontales. Medidas: 115 x 74 x 12 cm. Retablo renacentista en madera tallada, policromada y dorada. En la parte posterior también se representaba una escena, como se aprecia en los restos de la policromía. Los artistas renacentistas de cierto prestigio recibían el encargo de hacer un retablo en algún momento de su vida, ya fuera un retablo de altar o de capilla. Aquí tenemos un retablo de forma arquitectónica, con el tema del Nacimiento presidiendo el frontal. Dos pilastras enmarcan la escena y la estructura está coronada, por encima del entablamento, por un tímpano circular que contiene la figura de Cristo bendiciendo, mayestático, una iconografía heredada de la época medieval. La escena del Pesebre combina el bajorrelieve y el altorrelieve para representar diferentes niveles de profundidad que sitúan a las figuras de José y María, así como al arcángel Gabriel, alrededor del recién nacido. Un buey y un asno asoman la cabeza desde el establo. La ciudad de Belén y el terreno montañoso también han sido tallados con minuciosa atención al detalle, haciéndose eco de la preocupación renacentista por dar profundidad y atmósfera al espacio. La talla es de gran calidad, como se aprecia en el acabado de la figura femenina, la Virgen, de rasgos suaves y manos torneadas. Salvo los tonos de la carne y algunos detalles del paisaje, el resto de la escena presenta madera dorada, así como el trabajo vegetal de las pilastras y el remate. La ornamentación es también característica del periodo renacentista, combinando libremente elementos de origen grecorromano. Los motivos de rocalla y los calados foliados completan la decoración. Destinados a ser colocados detrás o encima de los altares de las iglesias, los retablos podían consistir en paneles pintados, esculturas o ambos. Su objetivo era asombrar a los fieles con imágenes impactantes de la historia bíblica. Los que consistían en paneles plegables se mantenían cerrados durante la mayor parte del año y sólo se mostraban en su totalidad en ocasiones especiales como la Pascua y la Navidad.