Francesco Guardi (Venecia, 1712 - 1793) CAPRICCIO CON ARCO ARRANCADO Y PAREDES DE UN PUEBLO óleo sobre lienzo, 68,5x54 cm CAPRICCIO CON ARCO ARRANCADO Y PAREDES DE UN PUEBLO óleo sobre lienzo, 68,5x34 cm Habiendo escapado al estudio de los especialistas, seguramente en virtud de su larga ausencia del mercado, este Capriccio de Guardi reaparece después de un largo período de la colección privada que lo conservaba junto con otras obras del artista veneciano, estas últimas ampliamente documentadas en la literatura artística. de su larga ausencia del mercado, este Capriccio guardesco reaparece después de un largo período de la colección privada que lo tenía junto con otras obras del artista veneciano, estas últimas ampliamente documentadas en la literatura artística. El tema del cuadro -un arco gótico que da acceso a un corto pórtico, con un arco clásico, posiblemente la puerta de una muralla, que se vislumbra al fondo, al final de una calle bordeada de casas rústicas y una iglesia-. es, además, común a numerosos "capricci" pintados por Francesco Guardi entre la octava y la novena década del siglo XVIII, cuando el artista veneciano inventó esta feliz fórmula también para satisfacer la creciente demanda de sus admiradores: Como ya había ocurrido en Roma con Gaspare Vanvitelli en su producción de "vistas ideadas" a partir de la segunda década del siglo XVIII y en mayor medida en los años veinte, los capricci guardeschi yuxtaponen motivos del natural con otros de invención o tomados de un contexto diferente, restituyendo una visión ideal, y de hecho arbitraria y extravagante, de un paisaje urbano evocador pero puramente inventado. Nuestro cuadro puede compararse, pues, con una serie de "capricci" conocidos desde hace tiempo, y con otros añadidos recientemente al catálogo del pintor veneciano. Entre los más famosos, inmediatamente comparables al nuestro, están el cuadro de la National Gallery de Londres y el de la colección Frederick Mont de Nueva York (fig. 1), catalogado hace tiempo por Antonio Morassi (Guardi. I dipinti, Venezia 1973, I, nº 966 y 967; II, figs. 846 y 855), y también el Capriccio catalogado en Milán, colección Rasini (fig. 2) (Morassi, 1973, I, nº 958; II, fig.849), y con muchos otros que repiten los motivos y la disposición. A ellos se suman los recientemente catalogados por Dario Succi (Guardi. Catalogo dei dipinti e disegni inediti, 2021, en particular los números 302, 353, 356) en la ya esperada actualización del corpus reunido por Antonio Morassi con nuevos números que, en nuestro caso, aumentan las bases de comparación sin alterar sustancialmente los términos de la cuestión.