Descripción
FRANCISCO GOMEZ DE VALENCIA (Granada, 1657-¿?). "Lamentación sobre Cristo muerto". Óleo sobre lienzo. Revestido. Medidas: 164 x 109 cm; 178 x 123 cm (marco). La influencia de Van Dyck fue marcada en la pintura de Francisco Gómez de Valencia, así como en la de su padre Felipe. Esto es especialmente evidente en la Lamentación de Cristo muerto, ya que compositiva y temáticamente este cuadro es muy cercano al de Van Dyck del Museo de Bellas Artes de Bilbao: el rostro de la Virgen se ilumina y huye hacia el cielo mientras sostiene en su regazo la cabeza de su hijo, cuyo cuerpo sólo está parcialmente cubierto por el sudario. Como en el cuadro de Van Dyck, los ángeles comparten el dolor de María. Señalan los estigmas y las heridas del cuerpo yacente. Se trata de una obra característica del barroco andaluz, que muestra una paleta de colores variados y excelentes gamas de luz, desde el blanco del sudario hasta los azules cobalto que brillan en la distancia. Destaca también la hábil representación anatómica del Cristo muerto en contraste con los rollizos ángeles. Francisco Gómez de Valencia fue un pintor barroco español, hijo del pintor Felipe Gómez de Valencia y seguidor del estilo de su padre como miembro de la escuela de pintura creada en esa ciudad en torno a la obra de Alonso Cano. Según Ceán Bermúdez, Francisco heredó de su padre el sentido de la dulzura del color y la facilidad para el dibujo, como demuestran los grandes cuadros de la sacristía de los carmelitas descalzos de Granada, dedicados a los santos de la orden, y que también se pueden ver en algunas de sus obras en el Museo de Bellas Artes de Granada, sobre todo la firmada Virgen de las Angustias, en la que representó un motivo repetido en varias ocasiones por su padre, siempre con estampas flamencas. No antes de 1699, año en el que está fechado un lienzo de la Dormición de la Virgen en el museo granadino, debió trasladarse a México, según Ceán Bermúdez, donde murió a mediados del siglo XVIII. Alfonso E. Pérez Sánchez menciona a este respecto una Asunción, con recuerdos canescos, firmada por él y que se encuentra en la Academia de San Carlos de México.
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FRANCISCO GOMEZ DE VALENCIA (Granada, 1657-¿?). "Lamentación sobre Cristo muerto". Óleo sobre lienzo. Revestido. Medidas: 164 x 109 cm; 178 x 123 cm (marco). La influencia de Van Dyck fue marcada en la pintura de Francisco Gómez de Valencia, así como en la de su padre Felipe. Esto es especialmente evidente en la Lamentación de Cristo muerto, ya que compositiva y temáticamente este cuadro es muy cercano al de Van Dyck del Museo de Bellas Artes de Bilbao: el rostro de la Virgen se ilumina y huye hacia el cielo mientras sostiene en su regazo la cabeza de su hijo, cuyo cuerpo sólo está parcialmente cubierto por el sudario. Como en el cuadro de Van Dyck, los ángeles comparten el dolor de María. Señalan los estigmas y las heridas del cuerpo yacente. Se trata de una obra característica del barroco andaluz, que muestra una paleta de colores variados y excelentes gamas de luz, desde el blanco del sudario hasta los azules cobalto que brillan en la distancia. Destaca también la hábil representación anatómica del Cristo muerto en contraste con los rollizos ángeles. Francisco Gómez de Valencia fue un pintor barroco español, hijo del pintor Felipe Gómez de Valencia y seguidor del estilo de su padre como miembro de la escuela de pintura creada en esa ciudad en torno a la obra de Alonso Cano. Según Ceán Bermúdez, Francisco heredó de su padre el sentido de la dulzura del color y la facilidad para el dibujo, como demuestran los grandes cuadros de la sacristía de los carmelitas descalzos de Granada, dedicados a los santos de la orden, y que también se pueden ver en algunas de sus obras en el Museo de Bellas Artes de Granada, sobre todo la firmada Virgen de las Angustias, en la que representó un motivo repetido en varias ocasiones por su padre, siempre con estampas flamencas. No antes de 1699, año en el que está fechado un lienzo de la Dormición de la Virgen en el museo granadino, debió trasladarse a México, según Ceán Bermúdez, donde murió a mediados del siglo XVIII. Alfonso E. Pérez Sánchez menciona a este respecto una Asunción, con recuerdos canescos, firmada por él y que se encuentra en la Academia de San Carlos de México.
