Null Escuela rusa, posiblemente Talleres de los Viejos Creyentes.
"Odighitria".
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Descripción

Escuela rusa, posiblemente Talleres de los Viejos Creyentes. "Odighitria". Témpera sobre tabla. Obra expuesta en "Oriens. Exposició d'icones de l'Eglesia Oriental", Parroquia de Sant Joan, Lleida, 2003. Medidas: 44 x 38,5 cm. Esta Madre de Dios de medio cuerpo, con la cabeza ligeramente inclinada, sosteniendo al Niño Jesús en su brazo izquierdo, indicándolo con su brazo derecho, se llama Odighitria. El término "Odighitria", traducido del griego, significa "la que muestra el camino". Es una de las representaciones más recurrentes de la Madre de Dios y de Jesús en la iconografía ortodoxa. Con el gesto indicativo, la Virgen dice al espectador que la Verdad está detrás del Niño Jesús, y de todos los que le seguirán. El presente icono es muy decorativo, con el manto rojo que cubre toda su cabeza, decorado con tres medallones dorados con los rostros de los arcángeles San Miguel y San Gabriel en la parte inferior, y San Juan el Niño en la superior. El interés del icono reside especialmente en la rareza de las indicaciones en el borde del manto, con inscripciones de veneración a la Virgen, y en el abrazo que el Niño ofrece a su madre, algo totalmente excepcional en este tipo de iconografía.

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Escuela rusa, posiblemente Talleres de los Viejos Creyentes. "Odighitria". Témpera sobre tabla. Obra expuesta en "Oriens. Exposició d'icones de l'Eglesia Oriental", Parroquia de Sant Joan, Lleida, 2003. Medidas: 44 x 38,5 cm. Esta Madre de Dios de medio cuerpo, con la cabeza ligeramente inclinada, sosteniendo al Niño Jesús en su brazo izquierdo, indicándolo con su brazo derecho, se llama Odighitria. El término "Odighitria", traducido del griego, significa "la que muestra el camino". Es una de las representaciones más recurrentes de la Madre de Dios y de Jesús en la iconografía ortodoxa. Con el gesto indicativo, la Virgen dice al espectador que la Verdad está detrás del Niño Jesús, y de todos los que le seguirán. El presente icono es muy decorativo, con el manto rojo que cubre toda su cabeza, decorado con tres medallones dorados con los rostros de los arcángeles San Miguel y San Gabriel en la parte inferior, y San Juan el Niño en la superior. El interés del icono reside especialmente en la rareza de las indicaciones en el borde del manto, con inscripciones de veneración a la Virgen, y en el abrazo que el Niño ofrece a su madre, algo totalmente excepcional en este tipo de iconografía.

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