CARLOS ARMIÑO (Tartalés de los Montes, Burgos, 1954). "El trono de Hamlet". Madera de olivo. Tiene una firma tallada en la parte inferior. Tiene una grieta en la zona del asiento (visible en la foto). Medidas: 140 x 78 x 70 cm. Sillón realizado íntegramente en madera de olivo, que presenta un diseño de líneas redondeadas y perfiles volumétricos. La silla destaca por sus dimensiones y su diseño, que oscila entre las formas tradicionales y las modernas. La pieza, que fluctúa entre el objeto cotidiano y el escultórico, es obra del artista burgalés Carlos Armiño, que ha trabajado mucho investigando este tipo de silla-escultura, como se puede comprobar en su página web, en la que hay ejemplos muy similares al que aquí se presenta, o como las piezas que se expusieron en la muestra "30 Sillas 30 Cuadros", celebrada en Burgos en 2014. De formación autodidacta, aunque con la influencia de su padre, que era un reconocido escultor, Carlos Armiño (hijo) se inició inicialmente en el mundo de la pintura, influenciado por estilos como el surrealismo. Realizó su primera exposición en 1975 en la Sala Arlanzón de Burgos, y un año después se trasladó a Cereceda, un pueblo de Burgos. En este paisaje idílico, rodeado de montañas, Armiño dio un gran giro a su carrera artística, relegando la pintura en favor de la escultura. Fue durante este periodo cuando definió su estilo de formas redondeadas y volúmenes sólidos. En 1995 se trasladó a Cantabria, donde finalmente instaló su estudio. Ha participado en varios colectivos artísticos como el Grupo Trasgo y Balcón Norte. También tiene una amplia trayectoria expositiva, habiendo participado en numerosas exposiciones nacionales e internacionales, entre las que destacan: la exposición "La Vidriera" en Santander, Galene Welcome, en Bruselas, la exposición "30 SILLAS 30 CUADROS", Sala Círculo, Burgos, Eunique Karlsruhe, Alemania, la Galería "Nou Mileni" de Barcelona, y la Galería Ateneo de Madrid, entre otras muchas.