VAN DONGEN Kees (1877 1968) - "Marie Cochon (de la serie de Saltimbanques)". 1904. Dibujo en tinta china, acuarela y gouache. Titulado con un pincel, en rojo, en la parte inferior izquierda "marie cochon". Firmado abajo a la izquierda en carboncillo. Reproducido en: Anita Hopmans, Van Dongen retrouvé: L'OEuvre sur papier, 1895-1912, cat. exp. (Rotterdam, Museum Boijmans Van Beuningen, 2 nov. 1996 - 5 ene. 1997; Lyon, Musée des beaux-arts, 23 ene. - 6 abr. 1997; París, Institut néerlandais, 17 abr. - 8 jun. 1997), París, Réunion des musées nationaux, 1997, p. 200. Exposiciones: Galerie Bernheim-Jeune, 25 nov. - 12 dic. 1908, n°67. Obras relacionadas: La acróbata Marie Cochon aparece en otros dibujos del artista, también fechados hacia 1904, todavía vestida con su traje de escena: La Parade; Les Artistes du cirque y Dans les coulisses. 60,5 x 38 cm. Estado B (montado sobre pergamino y vuelto a montar sobre pergamino grueso. Rastro de insolación causado por un marco antiguo. Algunas pecas en el centro del sujeto, en su mayoría sin afectar a la figura). En 1904, el joven Van Dongen vivía en Montmartre. Además de sus colaboraciones en la prensa satírica (L'Assiette au beurre, Le Rire, Froufrou, etc.), el artista tuvo varios pequeños trabajos, entre ellos el del circo ambulante "Chez Marseille". La vida ferial -en particular los rituales de "exhibición" y "desfiles" de los actores- le inspiró una serie de diez acuarelas, Les Saltimbanques, que presentó en noviembre de ese mismo año en Ambroise Vollard, rue Lafitte, con motivo de su primera exposición privada. Muy animados, no dejaron de atraer la atención del crítico Louis Vauxcelles, que los elogió en estos términos en las columnas de Gil Blas: "Una serie de dibujos titulada Les Saltimbanques donde, La Parade, Marie Cochon, y finalmente Saucisse et Pépino son de destacar por la intensa vida que desborda en ellos y el realismo caricaturesco de la ejecución". En 1906, Félix Fénéon, entusiasta redactor del catálogo de la exposición, compró tres de estas acuarelas -Marie Cochon, La Parade, Saucisse et Pépino- en nombre de la galería Bernheim-Jeune, que las presentó a su vez dos años más tarde. El año 1904 fue una fecha clave en la carrera de Van Dongen. Su exposición en Vollard, sus envíos al Salón de los Independientes y luego al Salón de Otoño, marcaron su entrada oficial en la vida artística parisina. Con sólo 27 años, apoyado por Paul Signac, Maximilien Luce y Félix Fénéon, el pintor se incorporó a las filas de la vanguardia. El comienzo del periodo de Montmartre de Van Dongen fue de apasionada investigación plástica, que ya preparaba el camino para el fauvismo. Basta con leer la reseña de Charles Saulnier sobre la exposición de Vollard en la Revue universelle de 1905 para convencerse de la precocidad del artista. El crítico señala con razón su audacia cromática, que no permite ningún medio tono, su gusto por "los contrastes violentos, los colores vivos, evocadores de las fanfarrias ruidosas, de los desfiles pintorescos que ofrecen los espectáculos de feria". Y añade: "Los desfiles dibujados con tinta china y violentamente coloreados con acuarelas son obras curiosas que deberían retener la atención del aficionado". El contacto de Van Dongen con el mundo del circo y sus trucos dio lugar a obras de gran fuerza expresiva. La acuarela de Marie Cochon, pintada con mano despierta, es un buen ejemplo de las invenciones formales del pintor, que aprovecha la crudeza de la iluminación eléctrica para liberarse de los medios tonos. La acentuación de las sombras proyectadas, la franqueza de los contrastes y de los colores, las pinceladas vigorosas que sostienen los contornos en detrimento del modelado, y que subrayan las curvas sensuales de la acróbata, hacen de este dibujo juvenil una obra pre-fauvista.