Null Escuela hispano-italiana del siglo XVII.
"San Juan Bautista".
Óleo sobre li…
Descripción

Escuela hispano-italiana del siglo XVII. "San Juan Bautista". Óleo sobre lienzo. Medidas: 96 x 71,5 cm; 104 x 80,5 cm (marco). En esta obra, profundamente marcada por la influencia de Francisco de Ribera, el pintor representa a San Juan Bautista como un joven imberbe vestido con un paño blanco y un manto rojo, sosteniendo la cruz de cañas con la filacteria donde se lee "Ecce Agnus Dei", típica de su iconografía, y acompañado por el cordero que representa a Cristo y su sacrificio. El santo aparece en el desierto, dentro de una cueva envuelta en la oscuridad, que se abre en el lado derecho para mostrarnos un paisaje nocturno de gran profundidad, trabajado con un acertado juego de contrastes lumínicos. Esta obra se inscribe en la escuela surgida en la España del siglo XVII en torno a la figura de José de Ribera, pintor clave que perteneció a la generación de los grandes maestros del Siglo de Oro y que fue autodidacta en Italia. Su primer contacto con el naturalismo se produjo al llegar a Roma en 1615, donde entró en contacto con los caravaggistas nórdicos, de los que adoptó la técnica suave y apresurada, el feísmo y el dibujo riguroso que configuraron su estilo durante su etapa romana. Sin embargo, en 1616 se trasladó a Nápoles y se instaló allí definitivamente. En Nápoles, Ribera se convirtió en el líder del grupo de naturalistas napolitanos y a su alrededor se formó un importante círculo de pintores. A pesar de su estancia en Italia, Ribera envió numerosas obras a España, y su lenguaje jugaría un papel clave en el desarrollo del Barroco en nuestro país. Su obra traería el tenebrismo y, posteriormente, el Barroco pleno, mucho antes de que éste llegara directamente a España, influyendo así en las nuevas generaciones de pintores. Por otro lado, una vez finalizada su etapa romana, su pintura se caracterizó por una pincelada muy suelta, de influencia veneciana, que también influyó en la obra de sus seguidores. Así, la escuela de Ribera desarrolló un estilo de iluminación dramática, contrastada y claramente tenebrista, que sin embargo está matizada por una pincelada veneciana empastada y fluida. Así, aquí vemos un foco artificial y dirigido que penetra en la escena desde arriba e ilumina directamente el cuerpo del santo, dejando el resto en penumbra. Y también encontramos esa pincelada totalmente moderna que modela la escena utilizando la luz, ese toque de pincelada pastosa y expresiva que el artista puede haber aprendido directamente de la obra de Ribera.

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Escuela hispano-italiana del siglo XVII. "San Juan Bautista". Óleo sobre lienzo. Medidas: 96 x 71,5 cm; 104 x 80,5 cm (marco). En esta obra, profundamente marcada por la influencia de Francisco de Ribera, el pintor representa a San Juan Bautista como un joven imberbe vestido con un paño blanco y un manto rojo, sosteniendo la cruz de cañas con la filacteria donde se lee "Ecce Agnus Dei", típica de su iconografía, y acompañado por el cordero que representa a Cristo y su sacrificio. El santo aparece en el desierto, dentro de una cueva envuelta en la oscuridad, que se abre en el lado derecho para mostrarnos un paisaje nocturno de gran profundidad, trabajado con un acertado juego de contrastes lumínicos. Esta obra se inscribe en la escuela surgida en la España del siglo XVII en torno a la figura de José de Ribera, pintor clave que perteneció a la generación de los grandes maestros del Siglo de Oro y que fue autodidacta en Italia. Su primer contacto con el naturalismo se produjo al llegar a Roma en 1615, donde entró en contacto con los caravaggistas nórdicos, de los que adoptó la técnica suave y apresurada, el feísmo y el dibujo riguroso que configuraron su estilo durante su etapa romana. Sin embargo, en 1616 se trasladó a Nápoles y se instaló allí definitivamente. En Nápoles, Ribera se convirtió en el líder del grupo de naturalistas napolitanos y a su alrededor se formó un importante círculo de pintores. A pesar de su estancia en Italia, Ribera envió numerosas obras a España, y su lenguaje jugaría un papel clave en el desarrollo del Barroco en nuestro país. Su obra traería el tenebrismo y, posteriormente, el Barroco pleno, mucho antes de que éste llegara directamente a España, influyendo así en las nuevas generaciones de pintores. Por otro lado, una vez finalizada su etapa romana, su pintura se caracterizó por una pincelada muy suelta, de influencia veneciana, que también influyó en la obra de sus seguidores. Así, la escuela de Ribera desarrolló un estilo de iluminación dramática, contrastada y claramente tenebrista, que sin embargo está matizada por una pincelada veneciana empastada y fluida. Así, aquí vemos un foco artificial y dirigido que penetra en la escena desde arriba e ilumina directamente el cuerpo del santo, dejando el resto en penumbra. Y también encontramos esa pincelada totalmente moderna que modela la escena utilizando la luz, ese toque de pincelada pastosa y expresiva que el artista puede haber aprendido directamente de la obra de Ribera.

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