Milo MANARA (né en 1945)

Borgia - Poder e Incesto Acuarela sobre papel para la lámina 45 del álbum. 61,2 x 45,3 cm. Albin Michel, 2006. En 2003, la carrera de Milo Manara dio un nuevo giro. Después de haber sido una de las principales figuras del erotismo y la aventura, el maestro italiano inició una nueva serie histórica con los Borgia. "Alexandro Jodorowsky sugirió esta historia, que conoce bien, porque ya había escrito una obra de teatro sobre ella. Este tema me fascinó de inmediato por varias razones. En primer lugar, aprecio profundamente el periodo del Renacimiento y, en particular, ciertos aspectos pictóricos de los pintores de la época, incluido Botticelli, que tuvo la oportunidad de pintar muchos retratos de los Borgia. Además, el decorado con sus frescos, pinturas y esculturas es muy rico y fácil de encontrar. Por último, Italia está fuertemente ligada a la pintura, más que al dibujo en sí, y esto es lo que me hizo querer utilizar el color directo para esta historia: estoy volviendo a mis raíces". Con los Borgia, la obra de Manara cambia de profundidad. Grandes paneles para aportar toda la atmósfera necesaria a las conspiraciones y traiciones que reinaban en el Vaticano. Y sobre todo los colores directos, que el autor maneja con talento para recuperar los cuadros que siempre le han encantado y le han hecho viajar. "Compré un papel de acuarela muy ligero, y luego trato mis cuadros como pequeñas pinturas. Con la acuarela, que es muy líquida y muy evocadora, es un placer pintar. Pero me lleva más del doble de tiempo que el entintado. Por supuesto, muchos coloristas hacen un gran trabajo, pero para esta historia, los colores son tan importantes como el dibujo, así que quería hacerlo todo yo. Como también es un viaje a la pintura del Renacimiento, intenté mantener algunos de los tonos de la época. Para mí, fue un verdadero placer". Un placer compartido con este plato que rinde homenaje a los pintores del Renacimiento; Botticelli, del que se puede encontrar el movimiento de ciertos personajes y la escena frente al banquete, y Rafael, el pintor de los pisos del Vaticano, cuya arquitectura, composición y referencias a la antigüedad Manara imita. El conjunto nos permite disfrutar de los personajes principales (el Papa y Lucrecia), a la vez que tiene una profundidad y un lujo de detalles muy poco frecuentes en el cómic.