Pierre-Auguste Renoir

Pierre-Auguste Renoir Nu debout en pied Alrededor de 1879 Óleo sobre lienzo. 34,8 x 20,7 cm. Enmarcado bajo cristal. Apenas legible, firmado "Renoir" en la parte superior derecha. - En buen estado. Borde inferior masilla vieja. Dauberville 598 Procedencia Colección Henri Fantin-Latour, París; Georges Renaud, París; Subasta Georges Renaud, París, Drouot 20 de noviembre de 1987, lote 30; Colección privada Sajonia-Anhalt Exposiciones París 1953 (Galerie Charpentier), Figures Nues d'École Française depuis les maîtres de Fontainebleau (con la etiqueta en el bastidor); Cannes 1985/1986 (Salons de la Malmaison), Femmes, Portraits et Nus (con la etiqueta en el bastidor) Literatura Francois Daulte, Auguste Renoir. Catalogue raisonné de l'oeuvre peint, vol. I Figures (1860-1890), Lausana 1971, nº 312 con ill. En este pequeño cuadro, delicadamente coloreado, la figura femenina está representada como una Venus que surge del fondo oscuro. La figura está virtuosamente elaborada, con el rostro vuelto hacia atrás y la mano derecha extendida con cautela. Es impresionante lo que Renoir fue capaz de aportar a este pequeño formato: la voluptuosa modelo femenina (también de Fantin-Latour) en la parte derecha del cuadro, con la cabeza girada hacia el centro del cuadro y una flor en el pelo, que atrae la mirada del espectador hacia la construcción triangular entre el arreglo del pelo y los dos pechos. Esta obra fue probablemente creada al aire libre antes del viaje de Renoir a Italia en 1881/1882, método de trabajo en el que Renoir se inspiró en Gustave Courbet y Narcisse Díaz de la Peña. Da al espectador un indicio del interés de Renoir por los elementos barrocos con las finas pinceladas y la mezcla de planos. Las proporciones del cuerpo están adecuadamente estilizadas, con la parte superior del cuerpo mucho más estrecha que las caderas. En el fondo de esta escena "en plein air" se adivina el mar o el rocío de una playa. La naturalidad del gesto frente al espacio oscuro que lo rodea, parece un contraste deliberado, pero también despierta -al igual que la flor en su pelo- la connotación del mito de Ariadna. Ariadna, que es dejada, o más bien abandonada, por Teseo en Naxos, sólo para ser rescatada por Dionisio en el proceso. El antiguo tema encontró muchas representaciones en la música y las artes escénicas, al igual que Renoir puede haber tenido esta historia en mente al pintar esta pequeña joya.