Joannis Avramidis

Joannis Avramidis El hombre de las zancadas (medio perfil) 1966-1969/1999 Bronce con pátina marrón dorada Altura aprox. 170 cm. En la base con el nombre marcado "AVRAMIDIS" y numerado. Copia 2/3 (+0/3 +PA/3). - Con ligeros signos de antigüedad. Procedencia Galerie Welz, Salzburgo (2005); colección privada, Renania del Norte-Westfalia Exposiciones Viena 2017 (Museo Leopold), Joannis Avramidis, catálogo de la exposición, p.53 con fig.7, p.187 con ilustración (otro ejemplar). Viena 2012 (Galerie bei der Albertina Zetter), Joannis Avramidis, Hommage zum 90. Geburtstag 2012, Ausst.Kat.Nr.14, pp.36/37 con ilustraciones en color. (otra copia) Literatura Lempertz Berlín, Joannis Avramidis, catálogo de la exposición, Berlín 2016, cat.no.1, p.30 con ilustración en color (otra copia) Werner Hofmann, Avramidis oder Der Rhythmus der Strenge, Múnich 2011, o.p. con fig.79/80 (ilustraciones de la construcción de aluminio) Michael Semff, Joannis Avramidis, esculturas y dibujos, Múnich 2005, p.305 con fig.201 (otra copia). Sobre la figura del "hombre que camina" en la obra de Joannis Avramidis, Michael Semff escribe: "A partir del tema del "Hombre que camina", cuya primera versión es la pequeña de aluminio creada en Hamburgo en 1966, Avramidis elaboró tres variantes. A la versión cuadrada "clásica", que el artista creó en 1969 en bronce y aluminio como obra de tamaño natural, se unieron en 1999 dos "Hombres a la zancada" igualmente grandes, que trasladaron la idea primaria de dos cintas que se guiaban estrechamente la una contra la otra a la forma redonda más orgánica. El resultado fue inicialmente una versión completa en la que las dos "columnas" que se mueven una al lado de la otra no niegan la referencia al "Kouros" estático de dos ejes de 1956. En comparación con la versión semicircular del "Hombre a la zancada", creada también en 1999, la primera construcción parece ciertamente la solución más "naturalista" del tema, mientras que la reducción a la mitad de la forma es más abstracta y concisa, y expresa las partes de una manera más funcional y simbólica, al tiempo que les confiere esbeltez y elegancia. Hasta cierto punto, se podría hablar de un hermafrodita entre el marco cuadrado y el redondo, especialmente cuando se ve de lado, ya que esta vista sintetiza el efecto del crecimiento arbóreo-orgánico de la sección de la pierna y el torso fuera del zócalo con el aspecto estático de la superficie de corte plano y afilado que forma el interior de la pierna desplazada por la posición de zancada. En esculturas como ésta, Avramidis consigue una cautivadora fusión de dibujo y escultura, de silueta y volumen. Sin duda, se cumple en ellas la temprana pretensión del escultor de mantener las relaciones de la plástica verificables y desveladamente legibles para el espectador en todo momento, lo que está en consonancia con la preocupación fundamental de Avramidis de que una obra legible también pueda ser enseñada". (Michael Semff, Joannis Avramidis, Skulpturen und Zeichnungen, Múnich 2005, p.305/306)