Sarcophagus lid. Etruria, 3rd century BC.

Tapa de sarcófago. Etruria, siglo III a.C. En terracota. La cabeza no es original. Medidas: 43 x 222 x 50 cm. El sarcófago etrusco debe su aparición en las cámaras sepulcrales del siglo VII a.C. a una costumbre oriental. La versión con figuras humanas talladas en la tapa, como la que se muestra aquí, es típicamente etrusca. En el interior de la Etruria meridional, en el siglo III, junto a la producción de sarcófagos en material lítico, se arraigó una producción característica de sarcófagos de terracota, principalmente en la Toscana. Esta tapa en forma de kline representa a un joven tumbado de lado en la habitual postura de banquete, con la cabeza (no es el original) modelada de forma autónoma y con los pies sobresaliendo, trabajados en relieve. Los "retratos" en sarcófagos solían seguir tipologías fijas, que buscaban satisfacer la casuística más recurrente. Las efigies solían mantener unos rasgos bastante impersonales que se ajustaban a los modelos de culto del Clásico Tardío. Este tipo de urna funeraria se adapta a las tradiciones etruscas asociadas a su culto a los muertos: la urna tiene forma de jarrón y tapa, en la que aparece una escultura del difunto en posición de banquete, tumbado sobre un triclinio, vivo, sonriente, con el codo izquierdo apoyado sobre odres de vino y las piernas recogidas.