MASRIERA Y CARRERAS pendant; Barcelona, 40s-50s.

Colgante MASRIERA Y CARRERAS; Barcelona, años 40-50. En oro blanco, esmaltes pliquè-a-jour, diamantes, esmeralda y marfil. Firmado. Medidas: 7,5 x 3,5 cm (colgante). Colgante con figura oriental de la prestigiosa firma catalana Masriera y Carreras con el mismo diseño, aunque con algunos cambios en los materiales, que el publicado en "Els Masriera, Un segle de joieria i orfebreria", página 136, cuyo dibujo original en tinta china (escala 1/1) aparece, a su vez, en el "Catàleg de models de Masriera Hermanos y Joaquín Carreras", vol. 3, n. 2998 y vol. 4, num 3672. Ambas piezas han sido publicadas también en "Els Masriera. Josep, Francesc i Lluis", Mnac, Editorial Proa, 1996, p. 131. Dentro del repertorio iconográfico de la joyería de Lluis Masriera destaca la numerosa representación de figuras femeninas, en contraste con la casi inexistente presencia de figuras masculinas. Este colgante, cuyo tema es una figura oriental, es una de las excepciones. El excepcional diseño del colgante presenta un frontal decorado con la imagen de un hombre con turbante cuyo rostro ha sido trabajado en marfil. La superficie está decorada con esmaltes pliqué-à-jour, al estilo de Masriera y Carreras, con el fondo en azul oscuro con decoración vegetal y floral en naranjas y ocres, y con diamantes de talla brillante alrededor de toda la pieza. En la parte superior del colgante aparece una esmeralda en forma de perilla, bordeada de diamantes y contenida en un magistral juego de calados. Con una cadena de oro amarillo y un cierre de bucle. La técnica del plique-à-jour, que en francés significa "dejar entrar la luz", es una técnica de esmaltado vítreo en la que el esmalte se aplica en celdas, de forma similar al cloisonné, pero sin ningún material de soporte en el producto acabado, de modo que la luz puede pasar a través del material transparente o translúcido. Es una técnica extremadamente cara (hasta 4 meses para producir una pieza), con un alto índice de fallos. La firma de platería y joyería fue fundada en Barcelona en 1839 por Josep Masriera Vidal. El proceso de elaboración de las piezas, desde el diseño hasta el pulido final, se realizaba en el taller familiar, que se fue ampliando a medida que aumentaba la demanda y, con ella, la producción. A finales del siglo XIX, el taller de Masriera ya era el más importante de la ciudad de Barcelona, ganando la Medalla de Oro y el Premio Único que otorga la Associació d'Artífexs en Joieria i Plateria de Barcelona. En 1887 la firma pasa a llamarse Masriera y Hermanos, con Josep Masriera Manovens al frente. En esta época, la producción se amplía a la joyería, en parte gracias al resurgimiento de diversas técnicas de esmaltado, y Lluís Masriera Rosés, hijo de Josep, se convierte en el joyero del modernismo catalán, alcanzando renombre internacional. En la segunda década del siglo XX, la firma abandonó el estilo Art Nouveau en favor de líneas más geométricas, cercanas al nuevo Art Déco. En pleno Noucentisme, en 1915, dos de las más antiguas familias de plateros y joyeros de Cataluña, los Masriera y los Carreras, que llevaban en el negocio desde 1766, se fusionaron gracias a la asociación de Masriera y sus hermanos con Joaquim Carreras Nolla. Nace la firma Masriera y Carreras, centrada en la producción de los diseños de Lluís Masriera y en el nuevo y pujante estilo Art Decó europeo. Su participación en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas de París en 1925, y en la Exposición Universal de Barcelona en 1929, supuso el reconocimiento internacional definitivo de la firma. En 1985, Masriera y Carreras y Bagués, otra de las firmas históricas de Barcelona, se unieron. La firma Bagués-Masriera sigue activa hasta hoy.