Georges PRUNIERES (1929 - 1999) 1CC1 de 1927 Piezas mecánicas Marklin Georges Prunières trabajaba como taxista nocturno, lo que le permitía dedicar el tiempo necesario a su pasión: el modelismo. En un principio se centró en la aviación, pero en 1971 se dedicó al mundo del ferrocarril. Fascinado por los modelos metálicos de los años 50 y 60 (bronce o zamac), optó naturalmente por no pintar sus creaciones: "Me parece que los modelos metálicos tienen más carácter", decía en 1981 en la revista La vie du rail (nº 1787, 2 de abril de 1981, p. 39), "y se pueden admirar mejor los detalles y evaluar el trabajo que han requerido". Y horas de trabajo pudo dedicar, ya que era un manitas de corazón y sabía manejar sierras, limas, taladros, un torno de dentista y otras herramientas para dar realismo a sus modelos. Su documentación procedía de revistas y de un álbum que había construido con fotografías y gráficos técnicos. "El resto es sólo trabajo de adaptación, calculando las dimensiones. [En el metal] Transfiero las dimensiones de las placas de latón que luego hay que cortar. A continuación, se añaden las diferentes piezas, soldadas con estaño en el bastidor base. Algunos de los detalles son muy ingeniosos: por ejemplo, los ventiladores son simples grapas de oficina. Al mismo tiempo, utiliza la fundición en bronce para obtener varias copias de piezas a partir de un modelo maestro. Georges Prunières expuso su obra en la Bastilla, el NIT, Exporail y Metz, e incluso fue seleccionado para las becas Adolphe Lafont por sus hazañas manuales.