*PAUL GUIRAGOSSIAN (Liban, 1926-1993)

La visita Óleo sobre lienzo 61 x 51 cm firmado abajo a la izquierda "PAUL. G.", firmado "Paul Guiragossian", dedicado a "Sebu & Seta el sábado 13 de junio de 1970" en el reverso. Se entregará al comprador un certificado de la Fundación Paul Guiragossian. Colección privada, California *Este lote se presenta como una importación temporal. La casa de subastas Millon tiene el honor de ofrecer la excepcional obra La visita, pintada a finales de los años 70 por el maestro libanés Paul Guiragossian. La Visita revela la fuerte imaginería expresionista del artista y su fuerza para crear una obra maestra a partir de una paleta monótona, pero cálida, que confirma su exploración estética. Nacido en Jerusalén en 1926, hijo de supervivientes del genocidio armenio, la pasión de Paul Guiragossian por la pintura se convirtió en su refugio contra la crueldad del mundo que le rodeaba a una edad temprana. Su familia era pobre y el artista pasó su primera infancia bajo el cuidado de la Orden de las Hermanas de la Caridad de Saint-Paul de Vence, lejos de su madre, que trabajaba para proporcionar una educación a sus hermanos. Esta separación a una edad temprana le llevó a explorar continuamente el tema de la maternidad. Describe sus luchas personales para distanciarse de ella y anhelar ese amor maternal envolvente. Sus figuras sin rostro delineadas por gruesas pinceladas evocan la condición humana. Representadas de forma estática o en movimiento, sus composiciones buscan un equilibrio entre el toque expresionista y la emoción a través de un ritmo vivo de líneas suaves y redondeadas. Gran parte de su obra se centra en la esencia de la forma humana. Entre la abstracción y la figuración, el artista explora los fundamentos de la humanidad; ¿qué significa ser humano? La esposa y los hijos de Guiragossian constituyen el núcleo de sus retratos, junto con numerosos autorretratos y figuras anónimas. La tierna relación entre madre e hijo es también un tema frecuente en su obra. El estilo distintivo de Guiragossian consiste en largas pinceladas verticales para representar los cuerpos de sus figuras, creando formas abstractas y alargadas que recuerdan a los iconos bizantinos. El exilio, la separación, la deportación, pero también el reencuentro y la familia están a menudo presentes en su obra. "Los hechos de la existencia son la principal fuente de mi experiencia artística. Para mí, el arte parte de lo "real". Al principio, un artista pinta lo que le rodea, y como un niño, el artista se hace muchas preguntas, un verdadero artista consagrado nunca deja de cuestionar. La realidad de todo es una cuestión en sí misma. Un artista que no tiene respuesta, se detiene en fronteras limitadas, no avanza, no evoluciona. Nací en un lugar muy modesto, por lo tanto, pinto niños, madres, familias, pinto la miseria, el nacimiento, la muerte, y pinto el ruido. Pinto los grupos unidos que están perdidos, marcados, expulsados, sin saber cuál es su próximo destino, pinto los barrios que fueron testigos de la guerra, y el hambre. El miedo, el genocidio, el asedio, la enfermedad y la muerte, de todos estos ingredientes exploto y pinto".