Abdelkader Guermaz (Mascara 1916 - Paris 1996)

Laberinto de los sueños Óleo sobre tabla 34,7x71,9cm Firmado abajo a la derecha, refrendado, localizado y titulado en el reverso Esta obra ha sido incluida en el catálogo razonado del artista con el número 1039 Reconocido como uno de los principales pintores no figurativos de la segunda mitad del siglo XX, Abdelkader Guermaz, nacido en 1919 en Mascara (Argelia) y fallecido en París en 1996, fue, junto con Khadda (1930-1991), Benanteur (1931) y Aksouh (1934), uno de los fundadores de la pintura moderna argelina de tendencia abstracta, pero también uno de los maestros de la Nueva Escuela de París. Tras licenciarse en la Escuela de Bellas Artes de Orán, donde fue alumno, compartió la concepción figurativa de los Pintores de la Realidad Poética de 1940 a 1955. Destacado por su talento precoz por Robert Martin, sus cuadros se codean con los de artistas argelinos y europeos de Argelia en la galería Colline de Orán, así como con los de Picasso y Bernard Buffet. Fue invitado a participar en la Bienal de Menton de 1951. Alrededor de 1955, se orienta progresivamente hacia la abstracción, como otros pintores de su generación, atentos al ejemplo de las vanguardias parisinas. Se instaló en París en otoño de 1961. Aunque no se puede hablar de un "grupo oranés", los encuentros de Guermaz con Benanteur y Khadda, según Michel-Georges Bernard, les permitieron desarrollar su búsqueda común y diversa de un nuevo estilo. Guermaz mantuvo el contacto con Argelia y participó en la exposición de pintores argelinos celebrada en Argel el 1 de noviembre de 1963, a la que siguió la exposición del mismo nombre en 1964 en el Museo de Artes Decorativas de París, y luego en las exposiciones de la UNAP de 1964 y 1974 en Argel. Imbuido de la cultura occidental, pero sin dejar de ser oriental, Guermaz se comprometió a finales de los años 60 con un doble enfoque pictórico y espiritual en busca de la luz que reflejaría en su obra. Pronto surgirían del lienzo blanco signos, manchas puntuales de color, planos estratificados, relieves, "paisajes" que irían adquiriendo un carácter "simbólico". Estos "paisajes" pasarán a formar parte de una relación diferente con el mundo. Celebrará su Unidad, dentro de la cual están indisolublemente unidos dos mundos, el espiritual y el sensible, según la concepción del sufismo que comparte. En las obras cada vez más refinadas, el espíritu irá prevaleciendo sobre la materia. Recibió el apoyo de la galería Entremonde durante casi diez años, hasta 1981, y fue invitado a participar en exposiciones internacionales en Tokio en 1972, Teherán en 1974, Túnez en 1980, Londres en 1981, y creó cartones para tapices para el aeropuerto de Riyadh, en Arabia Saudí. Cuando su obra salió a la luz, fue reconocida por el público y la crítica. Como testimonio de su fama, la obra de Guermaz entró en las colecciones públicas, en los Museos de Bellas Artes de Argel y Orán, en los Fondos Nacionales y Municipales de Arte Contemporáneo de París, en el Centro Cultural Argelino y en el Instituto del Mundo Árabe, luego en el Centro Pompidou, así como en un gran número de colecciones privadas de Europa, Canadá, Estados Unidos, Irán, Japón y Oriente Medio.