1986 BMW M5 PRODUCTION EX OLIVIER GROUILLARD

El M5 más potente de producción Comprado directamente a BMW Francia en 1987 Estado cosmético estrictamente original, motor revisado, rendimiento increíble Coche de carreras sin matricular Número de chasis 35863173 La década de los 80 fue una época loca para el automóvil. La carrera por la velocidad empujó a los ingenieros a crear monstruos superpotentes, tanto para la competición como para la carretera, dos mundos íntimamente ligados. Los deportes de motor encantaron a las multitudes cada fin de semana, sirvieron de laboratorio para los fabricantes y se convirtieron en una herramienta de marketing apreciada por los patrocinadores. En 1985, motivado por importantes clientes de la marca, el jefe de BMW Motorsport, Jochen Neerpasch, tuvo una idea descabellada: tomar prestado el motor de 6 cilindros y 3,5 litros de la berlina M1 y colocarlo en la gran berlina de la marca, la Serie 5. A pesar de su discreto aspecto familiar, el M5 se convirtió en la berlina más rápida del mundo cuando salió al mercado, y aceleraba de 0 a 100 km/h más rápido que algunos Ferrari de la época. Presentarlo a concurso fue una obviedad. Al ver la popularidad de los principales fabricantes que participaban en el Campeonato Francés de Producción y el éxito comercial que ello conllevaba, BMW Francia decidió finalmente, a mediados de la década de 1980, inscribir un equipo oficial. La elección del coche era importante: tenía que representar lo mejor del fabricante. La temporada de 1985 está destinada al desarrollo de este nuevo coche. Dos M5 fueron inscritos por el equipo semioficial Écurie Benoît y confiados a Marc Sourd y Pascal Fabre, antes de la llegada de un equipo de fábrica la temporada siguiente. Financiado por Motul y Marlboro, con un chasis optimizado por Auto Motor Sport y un motor preparado por Pipo Moteurs, la berlina se transformó. A pesar de un ligero aumento de peso, desarrollaba casi 200 CV más que el 528i Gr. A y tenía unas prestaciones impresionantes. A pesar de comenzar la temporada en la cola del pelotón, los M5 mejoraron gradualmente e incluso lograron un doblete al final de la temporada en Nogaro, con Sourd y Fabre superando al SD1 Rover Vitesse de Jean-Louis Schlesser por un amplio margen. Sin embargo, la clasificación final no estuvo a la altura de las expectativas, ya que los dos franceses terminaron 9º y 10º. El proceso de aprendizaje de la temporada de 1985 permitió a BMW Francia comenzar con confianza su primera temporada como equipo oficial. Todavía con el apoyo de Marlboro y Motul, se inscribieron tres M5 que fueron confiados a Marc Sourd, Bernard Béguin y Olivier Grouillard. El "M88" de 6 líneas sigue siendo preparado por Pipo Moteurs con un sistema de inyección Kugelfischer y una potencia de 470 CV. La carrocería ha sido mejorada sustancialmente por BMW Motorsport, pero el mayor cambio está en el chasis. BMW Francia confió su preparación a Oreca y a Hugues de Chaunac, que trasladó muchos componentes al maletero para solucionar los problemas de conducción. Las transformaciones dieron sus frutos y las prestaciones de la berlina mejoraron notablemente. Olivier Grouillard supo aprovecharlo mejor que sus compañeros de equipo, consiguiendo una victoria en Nogaro y un podio en Pau para terminar 7º al final de la temporada. El coche que aparece en estas páginas es el que se confió al joven prodigio y futuro piloto de F1 Olivier Grouillard, reconocible por sus tapas de faros azules. Es el mejor rendimiento de los cinco BMW M5 de producción que se construyeron y sólo tiene trece carreras en su haber sin haber sufrido el más mínimo accidente. Retirado de la competición en la temporada 1987 en favor del M3, fue vendido por BMW Francia a su actual propietario el 7 de agosto de 1987. Gran coleccionista de BMW de competición, lo compró junto con el M5 de Béguin, un casco de M5 accidentado por Marc Sourd en 1985 y un gran stock de piezas, incluidos dos motores. Ocupado con otros proyectos, sólo se ocupará de este increíble M5 de fábrica en 2012. Intacto y completamente original, su carrocería está en el mismo estado que cuando cruzó la línea de meta del circuito Dijon-Prenois el 26 de octubre de 1986. Incluso los neumáticos son originales. Reiniciado en 2012, el coche hará una notable aparición en varios eventos históricos. Una prueba muy completa en Rétro Course de junio de 2012 remonta su increíble historia al tiempo que subraya su indiscutible autenticidad. Una verdadera bestia de las carreras, este BMW M5 Production representa una oportunidad única de adquirir un coche que nunca ha salido de las manos expertas de la fábrica y luego de un coleccionista meticuloso que ha sido un fan de la marca durante 35 años. En un mercado en auge, no hay duda de que es un coche que hay que comprar ahora antes de que los precios se disparen.