1959 RENAULT Frégate Cabriolet Letourneur & Marchand

Sólo se han fabricado 69 Muy raro en el mercado Buen estado Número de registro belga Número de chasis 3309169 La primera presentación del Renault Frégate data de finales de 1950. Renault lo expuso finalmente en el Salón del Automóvil en octubre de 1951 y comenzó a comercializarlo a finales de año. Sus líneas eran más ajustadas que las de su contemporáneo 4CV, pero las aletas traseras seguían estando magníficamente dibujadas en relieve. El motor de 4 cilindros de 1.996 cc se modernizó finalmente con una culata de válvulas en cabeza. Fiable pero no realmente guerrero, desarrollaba 65 CV y era suficiente para impulsar la nueva berlina insignia de la marca Losange. Renault no tardó en pensar en una extrapolación a un descapotable y recurrió a su carrocero preferido en Italia, Ghia, que dibujó un prototipo llamado "Ondine", cuya línea se asemejaba extrañamente al Volkswagen Karmann Ghia de la misma época. La prensa automovilística de la época fue unánime: los mejores carroceros franceses debían trabajar en la nueva berlina. Pichon-Parat fue el primero en construir un cabriolet de 2 puertas Frégate en 1952. Le siguieron grandes nombres como Letourneur & Marchand, Mignot y Henri Chapron. Entre los carroceros que trabajaron en el Frégate, Letourneur & Marchand es, sin duda, el que más lo hizo, ya que construyó 69 cabriolets entre 1953 y 1959. Estos raros Frégates se fabricaban a mano, lo que hacía que el proceso de producción fuera largo y costoso, por lo que el coche sólo estaba disponible bajo pedido. Entre sus principales modificaciones, la Frégate vio cómo se ensanchaba su parrilla, se equipaba su techo con una capota de lona, se acentuaban sus cromados y se equipaba con nuevos faros delanteros y traseros. El interior es más sofisticado, con un cuidado acabado, aunque utiliza todos los componentes de la versión clásica. Mecánicamente, utiliza el mismo motor que el Frégate Sedán. El fin de la Frégate marcó el final de estos elegantes cabriolets, pero también el de Letourneur & Marchand, un gran carrocero francés que sólo sobrevivió gracias a este contrato con Renault. El último ejemplo fue encargado por la Régie para la visita del Príncipe Rainiero de Mónaco, y todavía se encuentra en la colección del difunto Príncipe. Antes, otro cabriolet de Frégate Letourneur & Marchand tuvo el honor de conducir a la Reina Isabel II de Inglaterra en una visita oficial. Hoy es difícil saber cuántos descapotables han sobrevivido. El nuestro, matriculado en noviembre de 1959, es uno de los últimos que se construyeron y uno de los únicos ocho basados en el Frégate Transfluide. Su actual propietario lo adquirió en 2013 en una subasta en el suroeste de Francia. Restaurada a finales de los años 90 en dos tonos de beige, con interior de cuero color canela, y dotada de ruedas Robergel y numerosos accesorios Robri, esta Frégate se mantiene en muy buen estado. Mucho más raro que un Peugeot o un Citroën cabriolet de la misma época, este Frégate hará las delicias de los amantes de las bellas carrocerías francesas.