1959 MERCEDES BENZ Collection Nicoules 190 SL

Raro techo duro Hermana pequeña del legendario 300 SL Valoración atractiva Registro en francés Chasis n° 12104010950123 Estamos a principios de los años 50, los coches deportivos están en auge en el continente europeo y la firma Mercedes Benz lanza con éxito su emblemático 300 SL. La versión de carretera de esta máquina de carreras estaba en pleno desarrollo cuando el importador americano de la marca, Max Hoffman, pidió una versión más civilizada y menos costosa adaptada al mercado americano. En febrero de 1954, el prototipo de lo que sería el 190 SL apareció en el Salón del Automóvil de Nueva York junto al 300 SL Gullwing de producción. El estilo era muy similar al de su suntuosa hermana mayor, y el público quedó encantado. Tras algunos cambios estéticos y técnicos, el modelo de producción se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1955. El 190 SL estaba disponible en tres versiones: el roadster con capota, el roadster con capota dura y, por último, el -casi- coche pequeño, que pronto se abandonó. Su motor de 4 cilindros, su robusto chasis y su precio mucho más razonable que el de su predecesor, sin escatimar en la calidad de los acabados, le llevaron al éxito inmediato. La comercialización se detendrá en 1963, ¡tras 9 años de producción! El coche que presentamos es un modelo de 1959, equipado con el rarísimo y deseable techo duro (primera generación; una segunda, reestilizada por Paul Bracq, apareció en la segunda mitad de 1959). El actual propietario del coche lo compró en 2007 al actor francés Arsène Jiroyan, y desde entonces ha seguido dándole un mantenimiento meticuloso. Hoy en día, el coche está en buen estado de funcionamiento: el motor está bien afinado, la caja de cambios de cuatro velocidades es muy agradable, las suspensiones son flexibles... Sólo los frenos, si tienen una buena mordida, necesitarán un ajuste para rectificar una transferencia a la derecha. Desde el punto de vista estético, este 190 SL tiene buen aspecto, la pintura tiene una bonita pátina y las alineaciones son buenas. Los aficionados más exigentes verán que algunos aspectos son mejorables: el reloj ya no es el original, los faros delanteros no tienen el diámetro adecuado y la ventanilla del conductor no baja del todo. La tapicería interior ha sido cambiada hace varios años, y también es muy bonita. Se trata de un 190 SL en buen estado de uso, equipado con el muy deseable techo duro, y presentado a una valoración extremadamente razonable. La oportunidad perfecta para conducir un icónico Mercedes de lujo de finales de los años 50.