1951 LANCIA ARDEA

Sin reservas Certificado FFVE A la vanguardia del automóvil europeo Primer coche de producción con una caja de cambios de 5 velocidades La hermana pequeña olvidada de la Aprilia Se vende sin registro Chasis n° 21035 Con todo su modernismo y refinamiento, los Lancias de los años 30 se contentaron con la rica herencia de la primera obra maestra de la casa: el Lambda. Con su V4, su estructura monocasco y su carrocería aerodinámica en forma de huevo, la Aprilia lanzada en 1937 fue una pequeña revolución. En 1939, Lancia amplió aún más su campo de actividad presentando el Ardea, que se asemejaba a una versión más pequeña de la Aprilia con, al igual que ésta, una parte trasera redonda, un morro corto y puertas sin bisagras ni pilares centrales, chic. Más corto en 35 cm que su hermano mayor, el Ardea seguía reivindicando su propia originalidad. La mecánica era un poco más sencilla, con un eje trasero rígido, pero no exenta de refinamiento. El motor sigue siendo un V4 con culata semiesférica pero con una cilindrada de 903 cm3 (65 x 68 mm). Desarrolla 28,8 CV a 4.600 rpm. El tren de válvulas del motor del Ardea era tan ingenioso como el de la Aprilia, pero más sencillo gracias a sus balancines angulados. Las bielas eran de aluminio y la caja de cambios era idéntica a la de su hermana mayor. El lanzamiento del pequeño Ardea se vio obstaculizado por la guerra y sólo después de 1945 comenzó su verdadera carrera comercial. Vittorio Jano, que se había incorporado a Lancia justo antes de la guerra, creó una versión mejorada con la tercera serie, con un maletero accesible desde el exterior, un sistema eléctrico de 12 voltios y amortiguadores Houdaille. Se lanzó en el Salón del Automóvil de Turín en septiembre de 1948. Se distinguía sobre todo por su caja de cambios de cinco velocidades, una primicia para un coche de producción, quince años adelantada a su tiempo. La cuarta y última serie, como el coche que se muestra aquí, se lanzó el 16 de noviembre de 1949 e incluyó importantes modificaciones mecánicas, como una nueva culata de aluminio, una mayor relación de compresión, un nuevo carburador y un aumento de la potencia a 30 CV. A pesar de la interrupción causada por la guerra, la carrera comercial del Ardea puede considerarse un éxito: se construyeron 22.000 unidades hasta principios de 1953. El Ardea que le presentamos tiene un color verde oscuro muy elegante y poco común. Tiene una pátina muy bonita, resultado de una restauración antigua de calidad. Si el interior también fue restaurado, las polillas han hecho su trabajo, y hay que señalar muchos agujeros. Parece que es necesario un simple reinicio antes de disfrutar de este emblemático y rendidor Lancia.