Virgen con el Niño en piedra caliza esculpida en redondo. De pie, con un imperceptible contoneo, María lleva al Niño sentado en su brazo izquierdo; bello rostro de formas plenas, ojos que se estrechan hacia las sienes, párpados hinchados, nariz recta, boca bondadosa con los labios ligeramente entreabiertos; corona florida colocada sobre un velo que desciende en la espalda y deja ver los cabellos ondulados que enmarcan el rostro; el Niño, vestido con una larga túnica que le cubre el pie derecho, sostiene una esfera en su mano izquierda y toca con la otra la barbilla de su Madre en un gesto de ternura. La barbilla de la madre en un gesto de ternura. Ile de France, segundo trimestre del Siglo XIV Altura: 94 cm (pequeños accidentes y restauraciones) Esta Virgen con el Niño es de fina calidad de ejecución con rostros armoniosos tanto de María como de Jesús. Representa el arquetipo de la escultura de Île-de-France en su apogeo hacia 1325/40. El gesto cariñoso del Niño tocando la barbilla de su Madre lo sitúa en torno a la Virgen de plata dorada de Juana de Evreux (1324-1339, fig.).