Raro par de placas de mármol talladas en reserva y grabadas que representan a la Virgen y a San Juan. La Virgen, ligeramente girada hacia la derecha, levanta sus dos manos en un gesto de intercesión que recuerda a la Virgen de la Deisis; está vestida con un maphorion y una larga túnica. San Juan, en posición frontal, sostiene un libro cerrado en su mano izquierda y apoya su mejilla en la otra mano en un gesto de aflicción. Las dos figuras destacan sobre un fondo ornamental de un denso ramillete de pequeñas flores de cuatro pétalos bordeado por un marco liso. Taller Lugduno-Vienés, finales del siglo XII Alturas: 44,1 y 42,4 cm - Anchos: 18,1 y 19 cm - Profundidades: 5,5 y 7 cm (desgaste de los rasgos de los rostros) La Virgen y San Juan adoptan actitudes heredadas de Bizancio como las que se pueden ver en las Crucifixiones que adornan las obras de Constantinopla o de los talleres carolingios de los siglos X al XII: para la Virgen, las manos abiertas y levantadas, para Juan, llevando un libro y la mano a la cara según el antiguo gesto de dolor. El uso de la talla en reserva junto con la línea grabada y el uso del modelado es muy poco frecuente en el arte románico francés. La representación de escenas en losas de mármol también es inusual, a diferencia del arte italiano. Sin embargo, otras dos losas de mármol, que se vendieron en una subasta parisina en Piasa en diciembre de 2005, parecen proceder del mismo centro de producción. Sellados durante décadas a la pared de una casa de Manduel, no lejos de Nîmes, representan a Adán y Eva. Una de ellas presenta el plantón de flores de cuatro pétalos en el fondo (fig. a). En la entrada del catálogo, estas dos grandes planchas se relacionan con otras que se encuentran en museos del sur de Francia, en Nîmes (fig. b), Avignon y Lyon (fig. c). Parece, pues, que un taller suministraba a las iglesias del sur de Francia este tipo de paneles de mármol grabados o esculpidos en bajo relieve, algunos de los cuales pertenecen a ciclos iconográficos como el de los Meses u otros que representan personajes del Apocalipsis y del Nuevo Testamento. El antiguo conservador de los museos de Nîmes, Victor Lasalle, que ha estudiado detenidamente este tema, cree que el trabajo fue realizado por talleres de Lugduno-Viena, que tenían fuertes influencias italianas. Estos diversos paneles fueron desprendidos de sus monumentos en una fecha muy temprana, probablemente antes del siglo XVIII, como a veces sugiere el hecho de que pertenecieron a colecciones locales durante muchos años. Este es probablemente el caso de los dos pequeños paneles presentados aquí, que originalmente formaban parte de una Crucifixión . En buen estado de conservación, aparte del desgaste de los rasgos faciales, dan testimonio de este arte románico tardío provenzal del que no podemos excluir la llegada a la región de artistas italianos, importando así a las iglesias esta decoración de paneles como la que se puede ver en el norte de Italia en los coros o fijada en los muros. Obras consultadas: P. Pradel, Vestiges d'un zodiaque-calendrier nîmois du XIIIe siècle, Monuments et Mémoires de la fondation Piot, 55, París, 1967, p 105-113; J. Liéveaux-Boccador et E. Bresset, Statuaire médiévale de collection, Ed. Les clefs du Temps, 1972, T I; V. Lassalle, "Deux reliefs romans inédits représentant des scènes de l'Histoire d'Adam et Eve" en Hommage à André Dupont, Montpellier, 1974, p 185-192; V. Lassalle, Les sculptures romanes du Musée Archéologique de Nîmes, Nîmes, 1989, cat. 5, 6 y 7; Venta Paris Hôtel Drouot, Piasa, 7 de diciembre de 2005, experto: L. Fligny, lote 39.