Louis-Nicolas van BLARENBERGHE (Lille 1716-Fontainebleau 1794)

Le repos champêtre Gouache, tabaquera. 5 x 8 cm Procedencia: Venta anónima, París, Hôtel Drouot, 2 de diciembre de 1974, nº 71. Bibliografía: M. Maillet-Chassagne e I. de Château-Thierry, Catalogue raisonné des oeuvres des Van Blarenberghe 1680-1826, Lille, 2004, nº 2-658-5, reproducido. LOS BLARENBERGHE Los Blarenberghe, flamencos que se convirtieron en franceses cuando Lille pasó a formar parte de Francia, formaron una verdadera dinastía de pintores especializados en miniaturas, que abarcó desde la segunda mitad del siglo XVII hasta principios del XIX. Su historia comenzó hacia 1680 con Hendrick (1646-1712), pintor de Lille, que conservaba en su estilo la impronta de la pintura flamenca y gozaba ya de una sólida reputación local. Su hijo Jacques-Guillaume (1691-1742) continuó su obra, pero la influencia de la pintura francesa se hizo más evidente. Fue con el hijo de Jacques-Guillaume, Louis-Nicolas, y luego con el hijo de éste, Henri-Joseph, cuando la familia Blarenberghe alcanzó su máximo esplendor. Louis-Nicolas se ganó una excelente reputación como pintor de batallas durante la Guerra de Sucesión Austriaca, lo que le valió numerosos encargos de soldados enviados a la región. Las amistades que hizo le permitieron instalarse en París en 1751. Louis-Nicolas amplió su clientela y su repertorio. Las órdenes venían de la gran aristocracia, luego de la corte. Su éxito se vio favorecido por la gran moda de los formatos pequeños, las tabaqueras y las cajas de todo tipo. También amplió y diversificó sus temas, favoreciendo los temas pintorescos y narrativos de la vida cotidiana: escenas de fiestas, ferias, espectáculos, partes del campo, puertos franceses, etc. Multiplica las escenas dentro de una escena y diversifica los personajes en un mismo cuadro. Su hijo Henri Joseph, que estudió en Versalles en el taller de los geógrafos, continúa en esta línea. Después de 1778, Louis-Nicolas se dedica casi por completo a los gouaches de mayor tamaño, entre los que destaca el importante encargo de Luis XVI sobre el tema de las batallas de su abuelo Luis XV. Cuando estalló la Revolución, Henri-Joseph era el maestro del dibujo de los niños de la realeza. La última generación fue representada por sus hijas, con menos éxito. Los Blarenberghe, que combinan el virtuosismo con un excepcional sentido de la narración, fueron considerados verdaderos reporteros de la sociedad francesa de la segunda mitad del siglo XVIII.