*Personnage debout

La parte superior del cráneo es áspera y la frente se retrae. Los dos arcos superciliares en ligero relieve marcan la parte inferior de la frente. Los ojos no están figurados, pero su ubicación está indicada por dos cavidades superficiales y pulidas situadas detrás de los arcos. En la unión de las dos mejillas planas, el puente de la nariz se perfila suavemente. Lleva a la boca, que se identifica con una muesca y una amplia línea plana que desciende hasta la parte inferior del mentón. Las orejas no están esculpidas, pero pueden verse a través de los salientes de las sienes. Las mejillas son rectas y llegan hasta la amplia y maciza mandíbula inferior. La cabeza descansa sobre un amplio cuello, que a su vez se apoya en un abultado torso cuadrangular, casi carente de hombros. Los brazos, unidos al torso, no se identifican, sólo los antebrazos están representados por dos claros cortes a la altura del abdomen, cuya posición oblicua sugiere que están plegados y convergen hacia el ombligo. Las patas son rectas, cortas y están separadas entre sí por una muesca profunda y cuidadosamente limada. Andesita verde con pátina marrón. Buen estado de conservación Mezcala - Guerrero, México, 350 - 100 a.C. 24,8 x 7,8 x 6 cm Según la clasificación establecida por el historiador del arte Carlo Gay (1913-1998), que agrupa las esculturas Mezcala según sus características morfológicas y estilísticas, desde las más antiguas y sencillas (M-2) hasta las más recientes y complejas (M-26), esta pieza pertenece al tipo M-10, que representa la etapa "clásica" de la escultura Mezcala. Procedencia : - Antigua colección de la Galería Merrin de 1969. - Antigua colección de Farzin Pourmokhtar. - Antigua colección de Alexandre Bernand, 2019 Lote presentado bajo el régimen de importación temporal Esta magnífica figura ilustra el ingenio y la sensibilidad de los escultores de Mezcala, que eran maestros en el arte de dar cuerpo y alma a la piedra con fines rituales y ceremoniales. Esta escultura está tallada en una hermosa andesita verde, cuidadosamente pulida, una roca considerada preciosa por su color, que se asocia simbólicamente con el agua, la fertilidad y el renacimiento. Probablemente formaba parte de un conjunto de ofrendas enterradas bajo las casas o en centros ceremoniales, cuya función era rendir homenaje a los antepasados, que así seguían participando activamente en la existencia de los vivos desde el más allá.