IGNACIO ZULOAGA Y ZABALETA (Eibar, Guipuzcoa, 1870 - Madrid, 1945).

IGNACIO ZULOAGA Y ZABALETA (Eibar, Guipúzcoa, 1870 - Madrid, 1945). "Retrato femenino. Carboncillo sobre papel. Firmado y dedicado a Teresina Boronat, bailarina de Barcelona, en el ángulo inferior izquierdo. Medidas: 50 x 44 cm; 83 x 77 cm (marco). Teresina Boronat fue una bailarina española de éxito que se instaló en París. En 1927, instaló su estudio en el barrio de Montmartre, un entorno muy concurrido por la vanguardia artística española exiliada en París durante la dictadura de Primo de Rivera. Nombres como Ignacio Zuloaga, que puso en escena algunas de las danzas de su compañía, Pablo Gargallo o Pere Pruna resonaron en un ambiente lleno de cambios y novedades artísticas. Hijo del notable artista damasquinado Plácido Zuloaga, y sobrino de Daniel Zuloaga, uno de los más destacados ceramistas españoles de su tiempo, Ignacio Zuloaga trabajó de niño en el taller de su padre, donde tuvo su primer contacto con el dibujo y el grabado. Más tarde comenzó a estudiar ingeniería, pero abandonó sus estudios para dedicarse a la pintura. Adquirió su formación artística en el Museo del Prado, copiando a Ribera, Goya, Velázquez y El Greco, del que sería uno de los primeros divulgadores. En 1887 presentó un cuadro en la Exposición Nacional de Madrid, titulado "Un cura rezando en una habitación antigua". Tras un primer viaje a Roma en 1889, donde se empapó de los maestros del Renacimiento, Zuloaga se fue a París, donde conoció a artistas franceses como M. Dethomas y Rodin, con los que entabló una gran amistad. También conoció a Miguel Utrillo y a Santiago Rusiñol, y con este último viajó de nuevo a Italia. En París llegó a practicar el puntillismo y el impresionismo, y participó en algunas exposiciones colectivas en la galería Le Bar de Boutteville, frecuentada por los simbolistas. Sin embargo, la búsqueda de sus propias raíces le llevó a Andalucía, donde pasó una temporada entre 1894 y 1897. En este último año, en Segovia, pintó "Mi tío y mis primos", cuadro que presentó en el Salón de París y que fue adquirido por el Estado francés. En 1898 se casa y se instala en Madrid, aunque realiza frecuentes viajes a la capital francesa. Al año siguiente presentó en el Salón de París su "Retrato de familia", que también fue adquirido por el Gobierno francés. A partir de 1903 participa en exposiciones internacionales y su fama crece. Entre 1906 y 1913 trabaja en Segovia, atraído por la austeridad del paisaje castellano y la dignidad tranquila y humilde de sus habitantes, influenciado por la ideología de la Generación del 98. En 1908 fue invitado a presentar una exposición en Nueva York. Al estallar la Primera Guerra Mundial regresó al País Vasco y se instaló en un monasterio del siglo XII en Zumaya (Guipúzcoa), posteriormente convertido en museo, donde instaló su rica colección de obras de arte, entre las que se encontraban cuadros de El Greco y Goya. Tal era su admiración por el maestro aragonés que incluso compró su casa natal en Fuendetodos. Asimismo, en 1926 adquirió el castillo de Pedraza (Segovia), también convertido en museo. Ignacio Zuloaga es considerado hoy, junto con Gutiérrez Solana, el continuador de la tradición de la pintura española a lo largo del siglo XX. Actualmente está representado en destacados museos como el Prado (obras adscritas al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía), así como en otros del mundo como el Orsay, el Rodin y el Nacional de Versalles de París, el Hermitage de San Petersburgo, el Metropolitan de Nueva York, el Thyssen-Bornemisza de Madrid, entre otros.