CHINO DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX Vistas de Cantón Dos gouaches Alto 32,5 cm - Ancho 57,5 cm , Alto 34,5 cm - Ancho 47 cm Estas obras estaban destinadas, en el momento de su ejecución, a los occidentales, a menudo comerciantes y armadores que frecuentaban Boca Tigris, este gran puerto del Reino Medio, en el río Perla, a unos cien kilómetros de su desembocadura. Los primeros europeos en establecerse allí fueron los portugueses, en 1514, que cincuenta años después obtuvieron permiso para instalarse en la península de Macao. Luego llegaron los españoles y los holandeses, seguidos en el siglo XVIII por los franceses, los británicos y los estadounidenses. Las sedas, la porcelana, las maderas preciosas, el té (del que Gran Bretaña era el principal importador), el ruibarbo y otros productos utilizados en la farmacopea eran muy apreciados por los europeos, mientras que China tenía una gran necesidad de plata, el precioso metal blanco que abundaba en las minas de Potosí, en Bolivia. A mediados del siglo XVIII, un edicto imperial cerró todos los puertos a los extranjeros, con la excepción de Cantón. Los contactos entre los chinos y los europeos estaban prohibidos, y sólo el gremio de los Cohong (entre ocho y doce personas) podía tratar con ellos. Para los británicos, adeptos al libre comercio, estas limitaciones eran difíciles de soportar... Se instalaron oficinas, se ubicaron fábricas cerca de los juncos y barcazas de fondo plano, ya que los barcos no tenían el calado necesario para subir al puerto.