Abanico pintado del último cuarto del siglo XIX, con doble hoja de seda montada sobre nácar rosa, las guardas y la garganta clásicamente doradas, la escena muestra a la familia y a los amigos dedicándose a diversas actividades de ocio, desde el tiro con arco hasta la música, todo ello sentado al lado de una laguna o del mar, un barco con toldo navegando, un vago contorno de edificios en la distancia, una firma anotada arriba a la izquierda, E. Fastor, el reverso pintado al pastel con plantas y vegetación ribereña, provisto de un lazo de metal dorado con cadena en relieve, contenido en una caja de abanico cubierta de seda color crema con tapa acolchada y etiqueta en el interior para J. Duvelleroy, guarda de aproximadamente 11 pulgadas o 28 cm.