Rembrandt BUGATTI (1884-1916) Ciervo joven rascándose el cuello, alrededor de 1906 Prueba de bronce con pátina negra, firmada, con el sello "Cire perdue Hébrard" y numerada "2" en la terraza. Edición limitada de 5 ejemplares. Altura Altura : alrededor de 25 cm Terraza : Largo : 32 cm - Ancho : 11,5 cm Peso : 4,9 kg 100 000 / 150 000 euros Trabajos relacionados : Museo de Orsay, Ciervo joven rascándose el cuello, yeso, Museo de Orsay. Bibliografía comparativa: - Véronique Fromanger, Rembrandt Bugatti Sculpteur, directorio monográfico, Une trajectoire foudroyante, éditions de l'Amateur / éditions des Arènes, París, 2016, descrito y reproducido página 310, nº 154. - Jacques-Chalom des Cordes y Véronique Fromanger des Cordes, Rembrandt Bugatti, catálogo razonado, 1987, descrito y reproducido en la página 135. - Art et Décoration, 1913, artículo de André Salmon, reproducido en la página 161. Procedencia: - Colección Émile Chouanard, adquirida en 1907. - Por descendencia a los actuales propietarios. Un certificado de Madame Véronique Fromanger se entregará al comprador. Rembrandt Bugatti fue un genio especial, un meteorito en el arte de su tiempo. Aunque murió prematuramente, encontró tiempo para crear un panteón animal más vivo que la vida misma, gracias a su larga observación de las especies que veneraba en el Jardin des Plantes de París y en el zoológico de Amberes, entonces el mayor del mundo. Nacido en un entorno artístico estimulante (su padre era el famoso decorador y arquitecto Carlo Bugatti, y su hermano era el diseñador de coches Ettore Bugatti), el joven Rembrandt se inició en la escultura a una edad temprana, animado por su padrino Giovanni Segantini, el principal pintor divisionista italiano. En 1903, a la edad de 19 años, el artista se trasladó a París. La ciudad bullía entonces de efervescencia creativa. Pronto firmó un contrato de exclusividad con el editor francés y fundador del arte Adrien-Aurélien Hébrard. Aunque reproducible, la obra de Bugatti no es menos única porque Hébrard impone el concepto de una edición original, estrictamente limitada y numerada, que no desmerece la calidad excepcional de cada modelo. El ciervo que se presenta aquí es uno de los modelos de ciervos que Bugatti parece haber apreciado especialmente y que observó en el Jardin des Plantes entre 1904 y 1906. Los ciervos son representados a menudo, en grupo o en solitario, en actitudes apacibles, serenas y espontáneas, alejándose así del hieratismo de sus felinos. Aquí presenta una imagen de un animal dedicado a una actividad de conmovedora normalidad, sin utilizar ni el heroísmo ni el simbolismo para lograrlo. La técnica de modelado a mano desnuda que adopta contribuye a esta impresión de vitalidad, el toque aparente del artista hace vibrar la luz sobre el pelaje del animal. El estado de la cornamenta sugiere que nuestro joven ciervo fue capturado a principios de la primavera. Tras perder su cornamenta después de la época de celo, ya podemos distinguir los pedículos que anuncian la futura ramificación de su especie. Tras la Primera Guerra Mundial, Rembrandt Bugatti contrajo tuberculosis y murió a los 31 años. Este trágico final contribuyó al aura que rodea a su Menagerie. En palabras de André Salmon, era "un artista hábil y tierno, el escultor de una idea generosa". Queremos agradecer a la Sra. Véronique Fromanger la valiosa información que nos ha proporcionado.