Montreal 1976. Nadia Comaneci, gimnasia © Robert Legros/L'Équipe 18 de julio de 1976. Puede que el tiempo haya pasado, que las Olimpiadas hayan ido y venido, que el Telón de Acero se haya derribado y que las adolescentes se hayan convertido en mujeres, pero Nadia Comaneci seguirá siendo para siempre la gimnasta de 14 años que desafió las leyes de la gravedad. Y la electrónica, porque las tablas no estaban programadas para mostrar la puntuación de 10, la de la perfección, obtenida siete veces por el rumano, una primicia en los Juegos Olímpicos. Medalla de oro en el all-around, en las barras asimétricas, en la viga, medalla de plata en la competición por equipos, ganó el bronce en el suelo "donde sus movimientos encantan la colchoneta, convirtiéndola en una alfombra voladora", escribió Antoine Blondin en "L'Équipe". Desde entonces, conocemos el precio que Nadia Comaneci pagó en la escuela más dura del deporte oriental durante la Guerra Fría, para convertirse en una heroína de la leyenda olímpica. Impresión única posterior. Edición 1/1. Impreso en papel Awagami Bizan White Medium Handmade 200g. Marco de arte flamante. Caja flotante hecha a medida. 42 X 59,5 cm