MIQUEL BARCELÓ ARTIGUES (Felanitx, Mallorca, 1957).

MIQUEL BARCELÓ ARTIGUES (Felanitx, Mallorca, 1957). "Crâne à l'Âne", 2006. Técnica mixta sobre lienzo. Firmada, fechada y titulada al dorso. Con etiqueta de la Galería Bruno Bischofberger en el reverso. Obra publicada en el catálogo de la exposición "Miquel Barceló", celebrada en la Galería Yvon Lambert, París, del 21 de abril al 26 de mayo de 2007, pp. 20-21. Medidas: 175 x 190 cm. Miquel Barceló nos ofrece una obra cargada de simbolismo, fiel reflejo de la fuerza pictórica y la pulsión orgánica que definen su inconfundible estilo. Por un lado, una enorme calavera domina casi por completo la superficie pictórica, dándonos la espalda, y recordándonos nuestra condición humana. Su trazo matérico, lleno de matices y sensaciones, enfatiza los conceptos de muerte, desaparición y paso del tiempo, que adquieren absoluta relevancia en una composición intensa y pura, capaz de despertar las sensaciones más profundas en el espectador; por otro lado, un burro se aleja del espectador, posible alusión a Mallorca, tierra natal de Barceló, donde convive con animales de granja. Las formas orgánicas dispuestas sobre el fondo, trabajadas en un intenso color rojo que rompe la monocromía del resto de la obra, demuestran su enorme interés por la geología, otro de los temas recurrentes de Barceló. Pintor y escultor, Barceló comenzó su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Palma de Mallorca, donde estudió entre 1972 y 1973. En 1974 debutó individualmente, con sólo diecisiete años, en la Galería Picarol de Mallorca. Ese mismo año se traslada a Barcelona, donde se matricula en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi, y realiza su primer viaje a París. En la capital francesa descubre la obra de Paul Klee, Fautrier, Wols y Dubuffet, así como el "art brut", estilo que ejercerá una importante influencia en sus primeras pinturas. Durante estos años lee mucho y se enriquece con obras tan diversas como los escritos de Breton y los surrealistas, el "Manifiesto Blanco" de Lucio Fontana y la "Historia Social de la Literatura y el Arte" de Arnold Hauser. En 1976 celebró su primera exposición individual en un museo: "Cadaverina 15" en el Museo de Mallorca, consistente en un montaje de 225 cajas de madera con tapas de cristal, con materiales orgánicos en descomposición en su interior. Ese mismo año, de vuelta a Mallorca, se une al grupo Taller Lunàtic y participa en sus acciones de protesta social, política y cultural. En 1977 realiza un segundo viaje a París, y también visita Londres y Ámsterdam. Ese mismo año expone por primera vez en Barcelona y conoce a Javier Mariscal, que se convierte en uno de sus mejores amigos en la ciudad. Junto a él y al fotógrafo Antoni Catany, como miembro del grupo "Neón de Suro", participa en exposiciones en Canadá y California, y colabora en la publicación de la revista del mismo nombre. También en 1977 recibe su primer encargo de pintura a gran escala: un mural para el comedor de un hotel en Cala Millor, Mallorca. Al año siguiente, con veintiún años, vendió sus primeras obras a algunos coleccionistas y galerías, y finalmente se trasladó a Barcelona. Su reconocimiento internacional comenzó a principios de los ochenta, dando un impulso definitivo a su carrera con su participación en la Bienal de São Paulo (1981) y en la Documenta de Kassel (1982). En 1986 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas, y desde entonces su obra ha sido reconocida con los más importantes galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2003) y el Premio Sorolla de la Hispanic Society of America de Nueva York (2007). En la actualidad, Barceló está representado en los más importantes museos de arte contemporáneo del mundo, como el MoMA de Nueva York, el Centre Pompidou de París, el Guggenheim de Bilbao, el Marugami Hirai de Japón, el Reina Sofía de Madrid, el Patio Herreriano de Valladolid, el CAPC de Burdeos, el Carré d'Art de Nimes, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y el Museum of Fine Arts de Boston, entre otros.