AGUSTÍN CÁRDENAS ALFONSO (Cuba, 1927 - 2001).

AGUSTÍN CÁRDENAS ALFONSO (Cuba, 1927 - 2001). Sin título, 1955. Madera. Pieza única. Se adjunta documento firmado por la viuda de Don Odilio Urfé y certificado expedido por Livia Cárdenas, esposa del artista. Procedencia: Galería "La Acacia". Colección Don Odilio Luis Esteban Urfé. Firmado y fechado en la zona inferior. Medidas: 163 x 20 x 20 cm. Esta obra pertenece a la primera etapa del artista donde destacó por su experimentación estética con la madera, utilizada como soporte y material único para sus obras. La obra se define a través de formas que fluctúan entre lo figurativo y lo abstracto, definidas a través de un conjunto de líneas sinuosas y orgánicas que, al contemplar la escultura, nos invitan a pensar en dos amantes que se funden. La técnica del trabajo de talla evidencia la armonía que el artista genera entre la materia y el espacio. El resultado es una obra evocadora, que introduce al espectador en un mundo de insinuaciones, matices y profundidad conceptual. No es de extrañar que este tipo de obras, que definen la producción artística de Cárdenas, se llamaran "Formas del silencio", título de la exposición del artista celebrada en el Centro Wilfredo Lam de La Habana. Esta obra formaba parte de la colección privada de Don Odilio Luis Esteban Urfé, reconocido pianista y musicólogo cubano. Pintor y escultor, Cárdenas se formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes de San Alejandro, en La Habana, entre 1943 y 1949, donde estudió bajo la dirección del artista Juan José Sicre, que le introdujo en las obras de grandes escultores como Jean Arp, Henry Moore y Brancusi, lo que tuvo una gran influencia en el desarrollo de su obra posterior. Cárdenas fue miembro de la Asociación de Grabadores de Cuba (1951-55) y del grupo Los Once (1953-55). En 1955 obtuvo una beca para estudiar en París, ciudad en la que se desarrolló su etapa más creativa, lo que le consolidó como figura internacional. En 1957 se unió al movimiento surrealista parisino, y en 1965 fue premiado en la Bienal de París. Como escultor, su obra se divide en tres etapas, definidas por el material utilizado en cada una de ellas: primero la madera, luego el mármol, el granito y el basalto, y finalmente el bronce. Su pintura está estrechamente relacionada con su obra escultórica, presentando también cuerpos dinámicos que parecen estar en constante cambio, con formas fluidas y sintetizadas. Cárdenas expuso su obra tanto en Cuba como en Estados Unidos, Francia, Italia y Corea del Sur, y participó en numerosas exposiciones colectivas, como la Bienal Internacional de Tokio en 1965. Entre sus premios se encuentra el Premio Nacional de Artes Plásticas de Cuba (1955), aunque también ha recibido varias medallas en salones de bellas artes cubanos, y en 1976 ganó el premio de la Bienal de Fujisankey (Japón) y fue nombrado caballero de la Orden Nacional de las Artes y las Letras de Francia. Cárdenas está representado en el CNAC de París, el Museo de Arte de Hakone (Japón), el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, los Museos de Arte Contemporáneo de Argel y Montreal, el Museo de Arte Moderno de Tel Aviv y el Museo de Bellas Artes de Caracas.