JUAN DE MESA Y VELASCO (matriz) / Círculo de DIEGO DE OLIVER (ejecución material)

Niño Jesús Triunfante (hacia 1620) Vaciado en plomo con policromía al óleo Sin peana: 62 x 24 x 21 cm / Con peana: 77 x 28 x 21 cm La pieza que estudiamos se trata de una escultura de bulto redondo representando a un Niño Jesús ejecutado en plomo policromado al óleo. Como suele ser habitual en este tipo de iconografías individualizadas del Divino Infante, se nos muestra en pie y erguido sobre una peana. Atendiendo a su composición general, observamos un sutil contrapposto. Su brazo derecho se levanta y bendice en un gesto inequívoco que delatan los dedos índice y corazón; el izquierdo, por su parte, se mantiene flexionado y con la mano abierta, invitándonos a un supuesto abrazo especular._x000D_ _x000D_ La anatomía que nos ofrece es la propia de una figura infantil: cabeza de grandes proporciones, hombros y torso estrechos, abultamiento del abdomen y piernas cortas de redondas carnaciones. Sus facciones son: gran frente despejada, cejas arqueadas y elevadas que enmarcan unos ojos inocentes aunque profunda mirada al frente, -hacia el espectador que lo contempla-, nariz ancha y boca pequeña de labios rojizos. El cabello es oscuro y enmarañado, confeccionado en base a pequeños mechones de marcada volumetría, destacando en el centro un gran penacho elevado que le otorga una singular personalidad. El Niño se yergue sobre una sencilla peana dorada que se configura en base a la combinación de módulos cóncavos y convexos._x000D_ _x000D_ La pieza ostenta una fisiología que nos remite a la estética propia del escultor cordobés de comienzos del siglo XVII Juan de Mesa y Velasco, brillante discípulo de Juan Martínez Montañés. Su mano se aprecia claramente en la matriz del vaciado, cuya ejecución material situamos en el círculo del artista flamenco -autodenominado “maestro vaciador”- Diego de Oliver._x000D_ _x000D_ _x000D_ _x000D_ Este artista de origen flamenco pero afincado en Sevilla desde comienzos del siglo XVII, se declaraba, en 1619, como “maestro vaciador de figuras de relieve” y diez años más tarde concretamente de “niños de plomo y estaño”. Conocemos que consiguió el citado modelo del Niño de la Sacramental del Sagrario de Sevilla, obra de Juan Martínez Montañés, para sus reproducciones, a la par que ejecuta el vaciado en plomo del Niño en barro que el maestre Francisco López encargó a Juan de Mesa el 14 de julio de 1618. _x000D_ _x000D_ Resulta cuanto menos sintomático que, siendo Juan de Mesa el creador de uno de los modelos de Niño Jesús más difundidos, no se conserve ninguna representación exenta documentada de su mano. Sin embargo, esta carencia es paliada por aquellos Niños Jesús que forman parte de grupos escultóricos. Bien es cierto que conservamos algunas obras que podemos considerar seguras del escultor y comparables con el niño que nos ocupa como el ejemplo de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, el del museo de Bellas Artes de Córdoba, amén de otras plasmaciones con_x000D_ distinta aceptación de la crítica. _x000D_ _x000D_ Dentro de las obras vaciadas en base a un molde de Juan de Mesa, tal como proponemos para nuestra pieza, destacan el Niño Jesús del convento de agustinas del Corpus Christi en Granada o el de la parroquia de la Asunción en Osuna (Sevilla). _x000D_