Cristo Crucificado en marfil tallado sobre cruz en madera ebonizada y cantoneras de plata. Escuela española, h. 1600 Cruz: 122 x 69 cm / Cristo: 82 x 45 x 14 cm Dentro de la escultura europea, el marfil (un producto escaso y caro, de difícil aprovisionamiento) se reservaba para obras de pequeño formato -impuesto por las propias características del material- y elevada calidad técnica, elaboradas por los mejores escultores, tanto para el ámbito cortesano como para el religioso. En este último, la temática predominante será la imagen de Cristo en la cruz, elemento muy apreciado y fundamental en la decoración de los altares de iglesias y capillas privadas, celdas y salas monásticas e incluso en los salones de instituciones civiles y de gentes piadosas. El Cristo que ocupa esta catalogación pertenece a los Corpus Christi de un estilo ya Barroco temprano, bastante contenidos, caracterizados por un dramático pathos con el rostro alzado, ojos inquietantes bien abiertos y la boca abierta que sin duda resaltan la demanda de realismo realzado en la escultura religiosa de la época._x000D_ Nuestro Cristo expirante destaca por su alta calidad y grandísimo formato, siendo su tamaño poco común. Se trata de un crucificado de tres clavos, tallado en marfil en tres piezas, dos correspondientes a los brazos que se ensamblan a la altura de los hombros con la tercera que incluye desde la cabeza a los pies. Muestra la cabeza elevada hacia arriba y ligeramente girada hacia su derecha con los ojos alzados y abiertos. Su boca también abierta y el marcado entrecejo acentúan aún más su sufrimiento. Su cabello, barba y bigote rizados presentan un trabajo detallado con restos de policromía. Los brazos elevados en vertical de forma simétrica, junto con las piernas, son de una talla contenida que marca ligeramente los detalles de la musculatura y rematan en manos y pies cuidados al detalle. El cuerpo presenta un perfecto detalle anatómico y el paño de pureza marca una línea curva entre las caderas y el vientre que se pliega adaptándose al cuerpo. A su vez, podemos detectar restos de la sangre que emanan de sus pies y manos cayendo por sus brazos de marcadas venas._x000D_ _x000D_ Con documento de peritación de la Asociación Española de Anticuarios.