Null Xavier BEGUIN BILLECOCQ y Gilles PLANTE PERURENA. QATAR un viaje fascinante…
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Xavier BEGUIN BILLECOCQ y Gilles PLANTE PERURENA. QATAR un viaje fascinante a través de los mapas antiguos, París, Heritage & Design, 2006, en formato de libro en su caja. Prólogos de Jacques Chirac, Hamad Bin Khalifa Al-Thani, Thierry Desmarest.

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Xavier BEGUIN BILLECOCQ y Gilles PLANTE PERURENA. QATAR un viaje fascinante a través de los mapas antiguos, París, Heritage & Design, 2006, en formato de libro en su caja. Prólogos de Jacques Chirac, Hamad Bin Khalifa Al-Thani, Thierry Desmarest.

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ESTATUILLA DE VAJRADHARA EN ALEACIÓN DE COBRE DORADO NEPAL, PRINCIPIOS DEL PERIODO MALLA, SIGLO XIV Himalayan Art Resources art. nº 20418 42,5 cm (16 3/4 pulg.) de altura Notas a pie de página: FIGURA DE ALEACIÓN DE COBRE DORADO DE VAJRADHARA NEPAL, PRINCIPIOS DEL PERIODO MALLA, SIGLO XIV Publicado en Meinrad Maria Grewenig & Eberhard Rist (eds), Buda: 2000 años de arte budista, 232 obras maestras, Völklingen, 2016, p. 336, nº 141. Expuesto Buda: 2000 años de arte budista, 232 obras maestras, Völklingen, 24 de junio de 2016 -19 de febrero de 2017. Procedencia Colección privada alemana Christie's, Nueva York, 22 de marzo de 2000, lote 73 El vehículo de diamantes de Nepal El Vajrayāna (el Vehículo del Diamante), una práctica desarrollada durante las últimas etapas del budismo, asiste a la proliferación de deidades sujetas a la escuela religiosa o, en ocasiones, incluso al monasterio. A un rico panteón heredado de la tradición india se suman innumerables entidades caracterizadas por iconografías de diversa complejidad. Éstas se evocan durante rituales a veces esotéricos, portadores de un significado moral o filosófico. Aunque la importancia relativa y la jerarquía de estas deidades difieren de un orden religioso a otro, por encima de ellas hay un Buda supremo, cuya esencia encarna la de todos los budas. Aquí se representa a Vajradhara, que preside, entre otros, a los monjes de la orden Sakya. Con ambas palmas cruzadas sobre el pecho, sostiene sus dos atributos característicos, el vajra (rayo-diamante) y la ghanta (campana). La forma del vajra recuerda a un cetro de diamantes. La pureza, claridad y naturaleza indestructible de esta gema demuestran la razón por la que se convirtió en objeto de gran fascinación en el budismo tántrico. Los pies de la deidad están fuertemente cruzados, como en una postura de yoga. La inmaculada artesanía de las joyas que adornan la figura está inspirada en formas estilísticas desarrolladas inicialmente en el norte de la India. En particular, dos pedúnculos florales ascendentes rodean el centro de la diadema de flores situada sobre la frente. Esta forma de ornamentación es característica de las esculturas nepalesas, así como de las influidas por la tradición artística newar a partir del siglo XIII aproximadamente. En la base de la tiara hay una máscara kīrtimukha. Las cintas anudadas que serpentean a ambos lados de la cabeza mantienen la tiara en su sitio. En cada brazo hay un par de elegantes brazaletes con un gran florón que reproduce los de la tiara. La deidad lleva tres collares, cada uno de diferente forma y tamaño. La longitud del segundo collar termina en la región pectoral y queda oculto a la vista tras el vajra y la ghanta. Un pañuelo, reducido a la forma de una simple cinta con intrincados motivos florales, rodea los brazos y ondea alrededor de ambos hombros en un elegante remolino, realzado por un par de gemas turquesas. Pequeños colgantes florales cuelgan del fajín que rodea su cintura. En la parte delantera, una caída de pliegues entrelazados en torno a los tobillos cruzados se abre a la altura de las pantorrillas. La ligera inclinación de su cabeza hacia la derecha sugiere que la deidad estuvo acompañada en otro tiempo por otra estatua, la de su consorte, la diosa Vajradhātvīśvarī. Sus rasgos faciales son característicos de las esculturas nepalesas. Como se describe en los textos canónicos, estos rasgos juveniles son los de un adolescente, incluidos los "pliegues de belleza" que marcan el cuello. Un pequeño hoyuelo marca la barbilla y los labios se curvan en una leve sonrisa. Sus ojos pequeños y almendrados están enmarcados por cejas arqueadas. En la frente, el ūrṇā está representado por una turquesa rectangular, que acentúa el valor precioso de la deidad. El tamaño monumental de la figura implica la probabilidad de su veneración en una capilla. En el valle de Katmandú, las capillas son pequeñas habitaciones situadas al final del patio en los monasterios. La abundancia de mineral de cobre a lo largo del valle de Katmandú ha fomentado durante siglos el desarrollo de una industria metalúrgica diversificada, incluso en la ciudad de Patan. A pesar de pertenecer a una subcasta budista, los artesanos del bronce de la sociedad newar se acomodaban a las diferentes prescripciones religiosas e iconográficas de sus clientes. Su excelente trabajo artesanal justifica la excepcional popularidad e influencia que alcanzaron sus obras en Tíbet o en el extranjero, llegando a Pekín a partir del siglo XIII. El impecable dorado que se consigue utilizando una amalgama de mercurio, así como el frecuente uso de incrustaciones de piedras finas, daban a las estatuas una presencia estimada. Cabe imaginar cómo brillaban bajo la centelleante luminosidad de las lámparas de mantequilla en templos y capillas, realzando la santidad de estos espacios. Gilles Béguin Enero de 2024 銅鎏金剛總持像 尼泊爾 馬拉王朝早期 十四世紀 著錄 Meinrad Maria Grewenig 及 Eberhard Rist 編,《Buddha:2000 años de arte budista,232 obras maestras》,弗爾克林根,2016年,頁336,編號 141 展覽 「Buddha:2000 años de arte budista,232 obras maestras」,弗爾克林根,2016年6月24日至201