JOSÉ GUERRERO (Granada, 1914 - Barcelona, 1991). "El desayuno / Naturaleza muerta con mesa puesta (Stilleben mit gedecktem Tisch)", 1947. Gouache sobre papel. Obra reproducida en el Catálogo razonado del artista: Nº 74 p.229. Expuesto en: José Guerrero. Los primeros años: 1931-1950. Centro José Guerrero Granada (2008-09). Procedencia: Colección Tony Grieb. Firmado y fechado en la esquina inferior izquierda. Medidas: 39 x 50,5 cm; 63 x 75 cm (marco). En 1947 José Guerrero estaba en Roma, donde vivió hasta 1948. Aunque no se formó oficialmente en la Academia Española de Roma, durante su estancia en la ciudad pintó un grupo de obras que fueron expuestas en la Galleria del Secolo. A pesar de ser una obra relativamente temprana, ya se aprecia la maestría del artista en el uso de las tonalidades, jugando con los colores complementarios y dividiendo el espacio en formas geométricas definidas como un campo de color que, en contacto con las demás, adquieren profundidad gracias al tono. Pintor y grabador español nacionalizado estadounidense, José Guerrero desarrolló su obra dentro del expresionismo abstracto. Comenzó su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Granada, y pronto se trasladó a Madrid para continuar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde fue alumno de Daniel Vázquez Díaz, quien le recomendó continuar su formación académica en Nueva York. En 1942 obtuvo una beca de la Casa de Velázquez, y en 1945 se trasladó a París gracias a una nueva beca, esta vez concedida por el gobierno francés. En la capital francesa conoció de primera mano la vanguardia europea y entró en contacto con los pintores españoles de la Escuela de París. En los años 50 descubrió el expresionismo abstracto de la escuela de Nueva York. Tras estudiar inglés en Londres, Guerrero se trasladó a Nueva York en 1950, animado por su mujer, la periodista neoyorquina Roxana Pollock, con la que se había casado un año antes. En 1954 expuso junto a Joan Miró en el Art Club de Chicago, exposición que marcó su definitiva proyección internacional. Su marchante era Betty Parsons, una de las galeristas más importantes de Nueva York en ese momento, y galerista de importantes artistas como Pollock, Rothko, Clifford Still y Barnett Newman. Durante su estancia en América el estilo de Guerrero cambió por completo, mostrando una profunda influencia de Rothko y Kline; abandonó definitivamente la figuración y construyó composiciones en las que se apreciaba una marcada tensión entre espacios, colores y objetos irreconocibles. Regresó a España en 1965 y participó en la creación del Museo de Arte Abstracto de Cuenca. Pronto regresó a Nueva York, aunque siguió realizando viajes a España. Su producción, que sigue caracterizándose por la fuerza de las masas de color, los planos y las líneas, recibe en esta época cierta influencia de Clyfford Still y Barnett Newman. José Guerrero es hoy reconocido como uno de los pintores españoles más destacados de la Escuela de Nueva York. Obtuvo un temprano reconocimiento al ser nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el gobierno francés en 1959. Su primera exposición antológica se celebró en su ciudad natal en 1976. En 1984 se le concedió la Medalla de Oro de las Bellas Artes, y en 1989 fue condecorado por la Fundación Rodríguez Acosta.